La nueva guardiana - I -

por **Choofie** Mar Mayo 28, 2013 5:14 pm

Spoiler:

Como todas las noches, cuando la luna ya se hacía presente en el oscuro cielo rodeada de cientos de estrellas me disponía a ir a mi lugar de relajación, el único lugar en donde podía estar en paz conmigo misma, donde el sonido de las olas llenaban mi alma, el frio dejaba al descubierto mi respiración, en donde simplemente podía ser libre. Me siento siempre frente al mar, casi en el final de un gran risco, cruzo mis piernas, relajos mis hombros, cierro los ojos y comienzo a meditar sobre mi día… mi vida, lentamente los pensamientos, gritos, angustias se van disipando de apoco, mi mente se empieza a calmar al igual que todo mi cuerpo, la tensión desaparece para que pueda marchar a mi casa en paz pero no puedo irme sin antes consultar a los grandes espíritus de la luna y el océano la misma preguntas que les hacia todas las noches: ¿Cuándo me dirán para lo que fui elegida?, siempre recibía la misma respuesta: Debes ser paciente, pronto lo sabrás, cuando decidamos que estés listas… Que tan lista debo estas, ya supero la mayoría de edad, entrene muy duro durante muchos años, la impaciencia me ganaba y gracias a ellos la gente me tachaba como la loca que habla con la luna en medio de la noche, la verdad que a mí no me importaba yo amo mi cultura y rendirle tributo a nuestros espíritus no es de estar loca, mi madre siempre me pedía que dejara esa cosa de ir al medio del polo a meditar que me concentrar en realmente hacer algo por mi vida, por ejemplo: que me tengo que casar, tener hijos y criarlos, en el fondo si quería ser madre pero no era el momento adecuado para hacerlo sabía que el ese día llegaría pero que no ahora, pero mi madre agregaba: Pero si sigues con esa locura de irte en plena noche los hombres no se acercaran a ti, lo hacía oídos sordos y continuaba con mi entrenamiento, leyendo e incluso me lo decía casi todos los días en el almuerzo, en la cena sin dudas es agotador, pero la comprendo es mi madre y solo quiere lo mejor para mí.
La noche había llegado, luego de una liviana cena me dispuse a irme a mi lugar de meditación, en el camino como siempre me encontraba con los mismo tontos que me molestaban por irme en plena noche, intentaba no reaccionar pero a veces la paciencia tiene cierto limite que cuando es necesario hay que liberar todo aquello que venimos aguantando hace rato, el primer comentario era de Zen es el típico chico popular de la tribu, el que las chicas mueren por él, el que siempre está enamorando a las más jóvenes y luego las deja sin decir nada, es todo lo que detesto de una persona:

-Miren ahí va la loca de la luna… ¿Cuándo es la boda Choof?-

Decidí no mirarlo, ni responderle, intente calmar mi gran furia pero fue inútil, siempre lograba hacerme enojar, camine hasta él y le dije:

-¿Cuándo vas a dejar de molestarme? Que no ves que tus intentos de conquistarme no sirven…-

Zen me odiaba porque era la única en toda la tribu que evadía sus intentos de conquista, hiso una mueca respondiendo:

-Ya me di cuenta que no quieres nada conmigo pero seguiré insistiendo sé que detrás de esa armadura de hielo hay una chica caliente…-

No dude y le di una cacheta agregando:- Sos el chico más vulgar que conocí en mi vida, así no pienses encontrar una buena persona…
Sus amigos se echaron a reír, yo me fui dando grandes pasos, por no decir que casi corriendo. Una vez que llegue a mi lugar de paz, me senté en el suelo como siempre, cerró los ojos intentando concentrarme, pero la horrible voz de Zen se venía a mi cabeza, me dije:

-Concéntrate mujer…-

Luego de varios respiros para relajarme logre mi conexión tan esperada. Parecía que estuviera debajo del agua, pero podía respirar tranquilamente, mi cabello se alborotaba por todos lados, me encantaba esa sensación, era casi como volar. Una mujer vestida de blanco se me aprecio, no era la primera vez que la veía:

-Es un honor volverla a ver Espíritu de la Luna…-

Ella me respondió:- Es bueno verte…

Otra voz dijo:- Es bueno verte nuevamente…

Yo dije emocionada:- Hola espíritu del océano…

La luna dijo:- Hoy es el gran día…

Yo pregunte sorprendida:- ¿Hoy?

El océano respondió:- Si, ya sabemos que entrenaste lo suficiente, tienes la edad y todo lo que se necesita…

Pregunte:- ¿Qué se necesita para qué?

La luna respondió:- Necesitamos de tu ayuda…

Me señale a mí misma diciendo:- ¿Mi ayuda?

El océano respondió:- Si, eres la única humana que se ha podido contactar con nosotros tan fácilmente, tu espiritualidad es tan grande como la de un Avatar…

Yo comente:- Me siento muy alagada, pero ¿A dónde quieren llegar?

La luna respondió:- Necesitamos que lleves esto…-

Una pequeña bola brillante se apareció frente a mis ojos, abrí las manos y esta luz se posó en ellas, tras unos destellos una flor de cristal había aparecido, mire al espíritu de la luna preguntando:

-¿Qué es esta flor?-

El océano respondió:- Es el ‘’Loto de cristal’’… Esta flor concentra la esencia de todos los poderes…

La luna continuo:- Al ser espíritus que decidieron quedarse en este mundo somos los encargados de cuidarla, pero el mundo de los espíritus ha estado en conflictos últimamente…

El océano agrego:- Es hora de que encuentres un lugar para ella…

Yo dije con una sonrisa:- Primero que no los defraudare… Segundo encontrare el lugar perfecto para ella…- Antes de irme, la luna me detuvo diciendo:

-Hay algo que debes saber… El poder del loto de cristal es muy fuerte, incluso tienes poderes más fuertes que los de un Avatar, debes tener cuidado…-

El océano menciono:- Los humanos saben de la existencia, los que han estudiado saben que cada mil años la flor de loto debe descansar en otro lugar…-

Por último la luna me dijo:- Tu vida y la de los demás corren riesgos, si cae en manos equivocadas podrías correr peligro al ser su nueva guardiana…

La comunicación se cortó bruscamente, jamás había sido así, abrí los ojos asustada seguía en el mismo lugar, no había nadie a mi alrededor, mire mis manos que estaban cerradas y ahí estaba la flor la acerque a mis ojos en su centro pude notar como los cuatros colores daban vueltas por todos lados, sonreí ante tal belleza, me puse de pie y me dispuse a ir a mi casa. Mañana buscaría un lugar para ella.