El Extraño Hombre [I]

por **EkEr15** Jue Jun 06, 2013 12:54 am

*Me veo raro, madre, no quiero esta ropa*
*es lo mejor, aquí debemos usar esta ropa, así no llamaremos la atención…*

-OYE!! Despierta perezoso y ven aquí- ahh otra vez, mi maestro no me deja descansar, será volver al trabajo, pero este calor, como extraño mi tribu, estos últimos días he sentido un extraño vínculo con mi pasado, cada vez que veo la luna es como si quisiera decirme algo y ahora estos recuerdos que no tenía desde hace tantos años… creo que estoy perdiendo la razón – te dormiste otra vez!?!?!? Esta vez te echare agua!!

-ya voy maestro!! No desespere, además si el negocio siempre esta solo para que me necesita- mi trabajo era sencillo y muy aburrido, pero lo mejor era cuando cerrábamos, porque eso significaba que tendría mi lección diaria, era un acuerdo que tenía con mi maestro, yo lo ayudaba allí de día y en la noche el me pasaba algo de su sabiduría, aún recuerdo el día en que lo conocí….

Ya hace unos tres años… yo salía de mis clases como cualquier día, Salía a mi vida aburrida y monótona, caminaba por las congestionadas de Ba Sing Se, sentía el implacable sol en mi rostro, ese día decidí dar una vuelta por la ciudad así que cambie mi ruta usual, tras caminar unos cuantos minutos perdido en mis pensamientos, deseando una aventura en mi vida, cansado de la rutina de esta gran ciudad que solo da vueltas, sin ningún cambio como si siguiera un guion día tras día, al darme cuenta esta perdido realmente, no conocía este lugar, pero podía ver que era el sector bajo de la ciudad, un lugar peligroso, lleno de desesperados y criminales, en seguida trate de ubicarme, si solo camino por donde llegue podría salir de ahí, rápidamente di media vuelta y camine hacia la esquina, justo antes de llegar vi a unos hombres en un callejón, estaban jugando un extraño juego, nuevo para mí, jugaban con una serie de cartas con extraños símbolos en ellos, parecían divertirse mucho y se emocionaban, algo me decía que no me acercara pero mi deseo de aventura me gano, me acerque algo precavido, y estuve observándolos un momento, puede notar sus reglas y se me hizo muy fácil aprender el modo de juego, al rato de mirar allí unos de los hombres que me miraba desde hace un tiempo me dijo:

-niño! Quieres jugar? Pero tienes que poner algo para el poso!- había notado que apostaban algunos yuanes, en ese momento mi corazón empezó a latir muy fuerte, mis manos se helaron, que le diría, si me niego puedo ofenderlos, además que no se si son criminales o vagos, deje mis preocupaciones a un lado y me anime a probar mi suerte

-está bien!! Yo entro, pero por favor explíquenme un poco el juego…- tras una rápida explicación y unas cuantas risas de los hombres, empezamos el juego, al principio me retiraba para no perder mucho dinero, pero tras unas cuantas manos y tras armarme de valentía aposte en una mano, note como algunos de estos hombre se alegraron, seguro creerían que me ganarían fácilmente, yo había entrado porque creía que las probabilidades me favorecían, desafortunadamente fue así, alegremente subí la apuesta mucho y la mayoría de los que estaban jugando pagaron , con la esperanza de ganar fácilmente, cuando destapamos nuestras cartas se llevaron una gran sorpresa…

-siii!! Gane!!- grite fuertemente, atrayendo muchas miradas, en ese momento todo se desato

-eres un tramposo!!-

-sí, debes estar haciendo trampa! Pequeño ladrón-

-atrápenlo, enseñémosle una lección- hay me di cuenta de mi error, estas personas son desesperados y no toleran perder su dinero, debí suponer que no me dejarían ganar, trate de correr pero uno de ellos agarro uno de mis brazos, me tenían rodeado, en un segundo mi suerte había cambiado, me había ganado la paliza de mi vida, solo me resigne a un mundo de dolor, cuando una voz algo cansada se escuchó detrás de la enorme pared de sujetos…

-dejen al chico en paz! Él les gano justamente!- un hombre no muy grande, un poco mayor estaba parado detrás de ellos, no sé de donde había salido, pero se estaba enfrentando a este grupo de maleantes por mi

-aléjate viejo.. Esto no te incumbe- uno de los hombres le dijo esto al anciano con una gran sonrisa en su boca, los demás se reían e ignoraron al anciano

-eso fue muy maleducado de tu parte, debo insistir en que dejes ir al chico-

-tú te lo buscaste, nadie te enseño a no meterte donde no te llaman- por un momento estos matones perdieron su interés en mí, pero ahora este amable anciano estaba en problemas, los maleantes atacaron en grupo, eran seis de ellos contra el pobre hombre, pero gran fue mi sorpresa cuando uno de ellos callo como un gran tronco al suelo, así en solo unos segundos y sin mayor esfuerzo todos cayeron ante los pies del anciano, los hombres estaban rígidos, habían sido paralizados, yo y unos cuantos mirones más estábamos asombrados, no podíamos creer semejante hazaña, así como este hombre llego se retiraba, solo siguió su camino, al verlo alejarse me pare, tome mi mochila, mi dinero, al fin y al cabo lo había ganado y corrí tras él. Camine unas cuantas cuadras tras el sin decir palabra hasta que el dio media vuelta y me dijo

-vete a casa no perteneces a este lugar-

-pero … no puedo.. Le debo mucho.. Déjeme pagarle!!!- el misterioso hombre siguió su camino sin decir palabra alguna, tras un largo trayecto llegamos a su destino allí entro en una tienda y cerró la puerta tras él, como ya se me hacía tarde, decidí volver a casa.