La vida bajo el mando de la nación del fuego. (III)

Van 3 meses y dos días de la entrada de la nación del fuego en la ciudad. No podemos salir de noche, no se puede practicar tierra control ni ningún arte marcial, varias mujeres han sido tomadas como esclavas por la gente enemiga de alto mando. A menudo vemos en las calles como maltratan y se llevan a vaya a saber uno a donde a aquellos que no soportan ser subordinados por los invasores. También vemos intentos de ataques fallidos de algunos revolucionarios que terminan torturados según los rumores.
Tienen la ciudad intimidada con su brutalidad, las caras de la gente son de tristeza, dolor y odio por las vidas perdidas. Una de esas personas fue el padre de Harley, mi mejor amigo. Ver su cara desgarrada de dolor y odio me llena de sufrimiento. ¿Que hubiera hecho si hubiera sido yo el que perdía a su familia? Nunca supe la respuesta y tampoco quiero pensar en eso. Mientras tanto mi vida sigue siendo trabajar en la herrería con papá aunque suframos día a día las humillaciones de los soldados de rojo. Todos esperamos la reconquista del reino pero hace ya un mes que no hay ataques por parte de nuestra gente, la que queda.
Realmente me siento agobiado, todo lo que sucede nos esta sacando la esperanza a algunos; eh pensado en huir pero vi como quemaban a los que lo intentaban fallidamente.
Lo que no se si pueda soportar es el sufrimiento de mi madre. Realmente me parte el alma escucharla llorar por las noches y su triste mirada.
Esta mañana salimos a trabajar mi padre, Harley y yo, por cierto le conseguí empleo en la herrería ya que lo necesitaba para comer tras la perdida del jefe de familia, cuando vimos como un soldado de la nación del fuego maltrataba a una pobre mujer y vi como Harley cambio la mirada de dormido por una siniestra y se quedo parado.

Harley: Sueltala. *dirigiéndose al soldado con su peor cara. Mi mi padre y yo nos quedamos a su lado*

Soldado de la nación del fuego: *Mientras se acercaba a nosotros* ¿Con quien te piensas que estas hablando campesino? Vas a pagar por esto!!

Ohkaru: *Poniéndome delante de Harley* No señor solo fue una confusión mi amigo no quiso decir eso.

Soldado de la nación del fuego: ¡¡Ya es tarde!! *Empezando a moverse para crear un latigo de fuego*

Ohkaru: *Con un movimiento rápido arrastre sus pies y levantado la tierra como columnas lo arroje varios metros hacia atrás mientras la pobre mujer alcanzaba a irse.* Corran!! *Debo admitirlo me invadió un miedo tremendo. Creo que lo hice por que vi en los ojos de la mujer la mirada de mi madre y ademas... ¡Nos matarían!*

Padre de Ohkaru: *Mientras corríamos* ¿¿¡Están completamente locos!?? *Ni Harley ni yo contestamos. Solo pensábamos en estar a salvo*

Por suerte pudimos escapar y llegar a salvo a trabajar, pero pasado el medio día tres soldados de la nación del fuego llegaron en busca de dos jóvenes y una persona mayor. Por suerte nuestro patrón les dijo que se habían equivocado mientras nos escondíamos y los dejo revisar el lugar.

Soldado de la nación del fuego: *Al retirarse del lugar con una mirada amenazante hacia nuestro empleador y quemando un viejo retrato colgado de su familia* Anciano, si por alguna casualidad llegamos a descubrir que estas mintiendo tu herrería quedara hecha cenizas tal como esa porquería.

Yo miraba todo desde mi escondrijo. Verdaderamente estaba irritado, el haber golpeado a ese soldado en la mañana me había hecho sentir realmente bien y sentía la capacidad de hacerlo nuevamente, al igual que Harley, a quien sostenía para que no lo haga; sabia que no era la mejor opción .
Temerosos y tomando otros caminos volvimos a nuestras casas después de trabajar, pero de ahora en mas tendremos que salir con cuidado a las calles esperando no cruzarnos con esos hombres pero les repito, lo golpearía nuevamente.