•Removiendo el pasado - El misterioso pueblo 'Ala Negra'•

por **Ryner** Dom Mar 10, 2013 8:25 pm

Después de enfrentarse con los soldados Tiir quedo muy débil por la batalla, aquel sujeto llamado Zhong sabía que Ryner volvería por él así que decidió dejarlo vivir y utilizarlo como carnada contra su amigo por lo que fue capturado y encerrado en un calabozo especial para que no tuviese comunicación alguna con personas ajenas a la prisión, le vendaron los ojos y lo amarraron de pies y manos para que no intentará hacer ningún tipo de movimiento.

Los acontecimientos ocurridos en el muelle de la Gran Isla Oeste habían dejado una enorme herida en la vida Ryner, ver como su único y mejor amigo se sacrificaba para salvarlo a él, a aquella joven transformada en aquella criatura y a aquel hombre.., se sentía muy culpable por ello, Tiir le había dicho que huyeran de allí lo más pronto posible pero al no hacerlo pusieron mucho en juego, tanto que casi eran capturados todos juntos y esta vez sin posibilidades de rescate...

Después de varios días en alta mar, al fin se acercaban a tierra firme, era una de las abadías poco frecuentadas por los barcos mercantiles, así que nadie se dio cuenta de que habían llegado al Reino Tierra.
Ryner permanecía callado, solo pensaba en una cosa, salvar a su amigo aunque para eso tuviera que recurrir con seres indeseables, en el fondo no quería recurrir a tal extremo pero tenía que hacerlo si quería salvar a Tiir.

Una vez que llegaron a tierra firme, Ryner recargo a aquel hombre en sus hombros para que se apoyará en él para que así pudiese caminar e ir a buen paso.., todo el camino hacia el pueblo estuvo en silencio, con excepción del canto de las aves que habitaban en los alrededores.

El pueblo se encontraba lejos del lugar de donde estaban, aún faltaba mucho para llegar pero aún así Ryner seguía el paso cargando con aquel hombre, tenía que llegar al pueblo y dejar a esas personas para que los ancianos los atendieran y les dieran asilo y protección mientras él iba de nueva cuenta por su amigo no sin antes buscar a aquella persona a quien Tiir mencionó antes de enfrentarse por si solo a los soldados.

Caminaron por horas hasta llegar a un bosque, el cual lucía escalofriante, se trataba del Bosque de Hei Bai, cerca de ahí se ubica el pueblo Ala Negra donde Ryner creció, se crío y conoció a su mejor amigo... Tiir.

Aquel pueblo se caracterizaba por albergar personas de procedencia misteriosa o con pasados sombríos, no cualquiera se animaba a vivir en ese lugar, en los pueblos aledaños se hablaba al respecto sobre la mala fama que se cargaba dicho poblado, pero para ellos todo era solo palabras, hacían esto con el fin de no atraer seres indeseables. Cada vez que algún habitante de Ala Negra visitaba otro pueblo contaba historias escalofriantes a quienes le preguntaban su procedencia.
Las personas del pueblo preferían mil veces convivir con criaturas salvajes, espíritus y con seres fantasmales que con personas de las grandes ciudades, mercenarios, bandidos.., pero en especial con gente de la Nación del Fuego. Casi nadie se animaba a adentrarse en aquel lugar, antes de llegar al pueblo tenían que atravesar el bosque de Hei Bai, la mayoría de las personas temían ser capturados por espíritus o criaturas tenebrosas por lo que la gente de los otros pueblos trataba de evitar mencionar dicho lugar a los viajeros ya que no querían que algún curioso intentara investigar sus alrededores y a causa de esto que nunca volviera...

Faltaba poco para que la noche tocará al bosque, les tomó casi todo el día en llegar al pueblo, justo antes de que anochecera llegaron sanos y salvos, o por lo menos en apariencia, uno de los ancianos se percató de que Ryner se veía diferente a lo usual y de que Tiir no venía con ellos, así que cuando Ryner dejo a aquel hombre y a aquella criatura en una de las posadas del pueblo, éste decidió esperar a que Ryner fuese a su casa para que descansara un poco y despejara su mente para luego hablar con él de lo sucedido...

Ryner se dirigió a la que era su casa con la familia que lo adoptó cuando sus padres lo abandonaron en el pueblo, al entrar, todos los que vivían ahí notaron que Ryner se veía distinto a como acostumbraba ser, se veía triste, decepcionado, paso sin saludar a los presentes y se dirigió a su cuarto, entró, cerró la puerta y luego se acerco a su cama improvisada y se recostó en ella.., su mirada estaba fija al techo, solo pensaba en que haría para salvar a Tiir, estaba confundido, no sabía que hacer...

Después de unos minutos el hombre quien lo había adoptado y que ahora era como su padre fue a ver como se encontraba, tocó la puerta pero al no recibir respuesta entró al cuarto para ver si todo estaba bien, era evidente que no, Ryner estaba recostado en su cama con un rostro melancólico, por lo que el hombre se acerco a él...

¿Qué fue lo que sucedió hijo? -pregunto el hombre sentándose en la orilla de la cama-.

A esto Ryner le respondió sin pensar, sentándose y dándole un fuerte abrazo sin soltarlo, quería llorar pero tenía que ser fuerte, sabía que si caía en ese estado las cosas no cambiarían en nada, se desahogaría sí, pero todo seguiría igual...

Permaneció por un largo rato así, luego lo soltó pero su expresión aún era la misma, le contó a su padre lo sucedido y que no sabía que hacer, Tiir le había pedido recurrir con alguien a quien todos en el pueblo conocían muy bien, pero que ya tenía bastante tiempo que no se aparecía por allí, se trataba del hermano de Tiir quien era unos meses mayor que él...

Será mejor que descanses, mañana a primera hora hablaremos con los ancianos para que te den consejo y sepas que hacer, ser líder no es fácil, lo sé, pero a veces tenemos que tomar decisiones difíciles, a veces dudamos de nosotros mismos, eso es normal, yo se que todo saldrá bien y que esto no será más que una horrible pesadilla, ya verás que Tiir estará aquí de vuelta como si nada hubiese sucedido *hizo una pequeña pausa* y quien sabe tal vez su hermano cambie para bien y se quede aquí también...

Gracias por apoyarme... Padre -le contestó apenas sonriendole aunque aún seguía con una triste mirada-.

Aquel hombre se comportaba como un buen y digno padre para Ryner, le daba mucho aliento, trataba de animarlo y hacerle ver que no siempre se gana, y que esta situación le serviría en el futuro como una experiencia muy valiosa, y así sabría como evitar que sucediese de nuevo.., después de un rato platicando con él, lo dejo descansar en su cuarto y él se retiró a hacer lo mismo en su respectiva habitación...

por **Blue_Rain** Dom Mar 10, 2013 9:15 pm

El ambiente estaba lleno de un sentimiento indescriptible, era un silencio cuidado, cargado de emociones y pensamientos acallados en el interior de cada uno de los allí presentes. Blue en su forma animal se volvía muy perceptiva a este tipo de emociones por lo cual las percibía más que los propios dueños de estas mismas.

Descanso durante todo el trayecto que hicieron por altamar, al principio esta percepción era tan potente que no podia calmarse, pero luego acorde se fueron alejando de la gran isla del oeste, se fue calmando.

Quent también descansaba tranquilamente, blue lo había observado antes de dormirse, no se imaginaba por todas las cosas por las cuales este hombre había pasado durante todos esos años, pero aún así sentía que nunca se había ido, siempre estuvo en su mente, siempre estuvo en su presente.

Se despertó cuando arribaron a tierra, se sobresaltó por la sacudida pero una vez que comprendió lo que sucedía volvió a estar en calma.

Ryner recargó a Quent en sus hombros sin decir ni una palabra a pesar de que el hombre ya se encontraba despierto, lo ayudó a mantener el paso para así poder llegar lo más pronto posible a aquella aldea que habían mencionado antes de partir. Todo el camino fue silencioso, ese incómodo silencio que tanto molestaba a Blue dándole una sensación de confusión y una especie de temor. ¿Que tanto se escondía en ese silencio? ¿Qué palabras se ocultaban tras las cortinas del silencio?

Caminaron horas, incluso casi todo el día, hasta llegar a la ya mencionada aldea, que resultó ser un pueblo de aspecto tenebroso cargado de un aura lugubre y misteriosa. Pero Blue no sintió miedo, contrariamente a lo que podría pensarse, se sintió igual de protegida que en la casa de los yaiden. Ese último pensamiento si la hizo incomodarse un poco, ya que no comprendía por qué asociaba lugares tan diferentes entre sí, puesto que en ese pueblo no conocía a nadie y jamás había estado allí.

El sol ya se ocultaba cuando entraron a una posada, donde Ryner los dejó y se fue sin decir nada, otra vez.

Uno de los ancianos se quedó allí de pie, primero observando la salida del maestro tierra y luego dirigió su mirada hacia ella y Quent.

-Siganme, el viaje debió agotarlos totalmente - dijo el anciano comenzando a alejarse, guiando a Quent y a Blue hasta la habitación en donde dormirían.

- Si, le agradecemos muchisimo - respondió Quent, también hablando por Blue.

El anciano no pareció extrañarse ni alarmarse por ver un lobo en aquella zona. Los lobos usualmente habitaban las tribus agua y no era muy común ver alguno ni siquiera allí.

Estos dos siguieron al anciano hasta llegar a la habitación.

-Pasen, Espero que esten cómodos y a gusto - les dijo, abriendo la puerta para que ingresaran.

Era una habitación amplia, algo oscura, había dos camas las dos pegadas en las paredes opuestas, aparte de eso no había más que una alfombra en el suelo y ya.

-De nuevo, le doy las gracias - dijo Quent inclinándose a modo de agradecimiento, como solían hacer en el reino Tierra.

Blue se percató de esto y se sorprendió, nunca había oído que Quent conociera el Reino Tierra.

El anciano hizo lo mismo y se fue cerrando antes la puerta.

- Aún no ha cambiado tu forma, pero no debes preocuparte por ello - observó Quent, tratando de ocultar su preocupacion.

Ella se acercó a él y lo miró a los ojos.

En ese momento, sucedió el cambio. Otra vez la misma luz que había iluminado en el bosque y que provenía del cuerpo de la joven, hizo su aparición.

Quent sonrió aliviado.

-Sabía que no tardaría en suceder el cambio, hija mía.

Blue bajó la mirada, no era su forma animal lo que la había estado preocupando. Durante todo ese tiempo había tenido otras preocupaciones, muchas relacionadas con el pasado de Quent y otras con Ryner y el maestro agua que se había quedado atrás.

El hombre la observó y pudo notar que algo no andaba bien.

-Deberías tomarte un descanso, Mizuki - sugirió.

Ella dejó de mirar el suelo y observó los ojos de su padre.

-Hay tanto que quiero preguntarte - confesó con dificultad, sentía un nudo en la garganta.

Quent desvió la mirada de la joven y caminó hacia la cama.

-Tendrás tus respuestas muy pronto, pero ahora solo quiero descansar - hizo una pausa, deteniendo su paso - Todo este tiempo ha sido una pesadilla para mí tanto como para ti Mizuki...mírate has crecido mucho y yo no estuve alli - apretó los puños - ya no soy joven y no puedo proteger a mi niña, por eso, te contaré la verdad para que entiendas lo que en todo este tiempo mantuve en secreto, eso es todo lo que puedo decirte ahora. Pronto habrá oportunidad para que lo sepas - hablaba dándole la espalda, ocultando el dolor y la pena que llenaban su corazón tanto como la ira y el deseo de venganza ocupaban el resto.

Terminó de hablar y se recostó.

La joven de piel morena se quedó de pie, con la mente en shock.

Había entonces un secreto que le había sido ocultado...

por **Ryner** Lun Mar 11, 2013 1:53 am

Aquella, había sido la noche más larga para Ryner, no dejaba de pensar en que debía hacer para rescatar a Tiir, quería dejar de depender tanto de los ancianos pero aún no podía hacerlo, a pesar de sus grandes poderes aún era un novato en cuanto a experiencia en batalla se refería por lo que aún tenía mucho que aprender.

Al amanecer, el hombre quien ahora era su padre fue a ver como había amanecido, parecía que estaba mejor que cuando llego al pueblo, eso era un alivio para la familia, salió de su habitación y tomó el desayuno con su familia como siempre lo había hecho, luego Ryner se levantó de la mesa, se arregló un poco y se dirigió hacia la casa del anciano mayor del pueblo.

Lucía más tranquilo, ya podía hablar con los ancianos sin temor a perderse en sí mismo por la ira que mantenía contenida en su interior, aún se sentía débil pero se mostraba fuerte ante todo, sabía muy bien que ahora más que nunca es cuando debe ser más fuerte tanto física como mentalmente.

Entró a la casa del anciano mayor, saludo respetuosamente con una reverencia a todos los que se encontraban ahí y después se sentó en el suelo y comenzaron a hablar...

Ryner... yo se por lo que pasaste estos días *comenzó diciendo el anciano mayor* Los acontecimientos ocurridos no fueron muy agradables, con el tiempo tendrás la sabiduría para poder resolverlos sin tener que recurrir a nosotros, pero... debes tener en cuenta que las victorias no hacen a un líder sino también sus derrotas, las cuales lo ayudan a corregir sus errores, recuerda que aún eres muy joven, tienes mucho camino por delante y debes estar más atento de lo normal de todo lo que te rodea.

Entiendo todo eso pero... me siento culpable de que atraparan a Tiir... -dijo mirando fijamente los ojos del anciano mayor, cuando fue interrumpido por otro de ellos-.

No fue así, hiciste todo lo que estuvo a tu alcance, Tiir también hizo lo que pudo, todo fue por salvar a gente inocente -expresó recalcando sus palabras-.

Si, pero... -dijo bajando la cabeza-.

Fue algo que Tiir sabía que tenía que hacer, él confía en tí, sabe que volverás por él y lo sacarás de ahí junto con todas esas personas que están allí encerradas injustamente, nosotros también confiamos en tí -decía con voz serena-.

A pesar de las palabras de los ancianos, Ryner aún se sentía decepcionado de sí mismo, las cosas eran confusas, se acordaba de todo lo sucedido aquel día y mientras más pasaba el tiempo, tenía en mente que Tiir estaba pasando un mal momento al haber sido capturado.
Recordó las palabras de Tiir antes de que éste lo dejara, contándole todo lo sucedido a los ancianos.

Tiir me pidió que... encontrara... a Shiki -dijo dudando en si en verdad tenía que llegar a tal extremo-.

Shiki... hace tiempo que no se mencionaba ese nombre en el pueblo, todos ahí lo conocían muy bien, sabían las cosas malas que hizo cuando aún era parte de la Nación del Fuego e incluso cuando la dejó, su infancia fue normal, tal y como la de Tiir y Ryner pero... ¿entonces que tenía de diferente?... En ese tiempo no había nada distinto con su vida, era el típico hijo y el típico hermano que habitaba esa región...

Cuando apenas era un niño, mientras jugaba se topó con algo que le cambio la vida para siempre, su verdadero nombre era Zane, un hijo prodigió, su padre estaba muy orgulloso de él, era un gran hermano, hasta ese momento no sabía que tenía un hermano de casi su misma edad en la tribu agua del Norte, solo tenía conocimiento de su pequeña hermana Zora...

En un día aparentemente normal, su pequeña hermana se perdió en la llanura del bosque, la cual rodeaba el palacio de su padre, al descender una colina mientras buscaba a Zora, encontró una cueva en lo profundo de ésta, a lo lejos no era visible por lo que no se había percatado de esta antes, por un momento creyó que Zora había entrado ahí, así que él entró buscando a su hermana angustiado porque no tardaba en anochecer y su pequeña hermana aún no aparecía.

Al llegar al fondo de la cueva, encontró lo que parecía una katana, era de color negro, parecía recién hecha, se veía como nueva, lo primero que pensó fue en quien había olvidado su espada, solo estaba ahí tirada en el suelo, miraba hacia todas direcciones por si el dueño aún seguía ahí pero no había nadie...

Sentía como si algo le dijera que tomará la espada, y así fue, la tomó, en ese momento algo sucedió, aquella mirada dulce y tierna que Zane tenía había desaparecido... La expresión de su rostro era intímidante, daba miedo, solo con tocar aquella espada cambio totalmente...

Se encontraba de regreso a casa, en ese momento vió a Zora sentada cerca de un pequeño arroyo, ella al verlo corrió a abrazarlo, al llegar a él, en lugar de sentirse segura enseguida sintió mucho miedo, la pequeña no comprendía porque, trató de correr pero tropezó con unas piedras, Zane desenvainó la espada y... la tragedia ocurrió, había asesinado a su pequeña hermana, sus ojos se tornaron color rojo vino y la espada brillaba con una luz azul.

Se trataba de los espíritus malignos que habían sido encerrados en aquella espada muchos años atrás, sus amigos, quienes también buscaban a la niña observaron a una distancia considerable aquel brutal acto, quedaron atónitos, no podían moverse de la impresión, Zane solo se retiro de ahí y se alejo perdiéndose entre los árboles...

Su padre, al enterarse de esto, no lo podía creer, exigió que se investigara lo sucedido, al comprobar lo que todos decían, exilió a Zane de la Nación del Fuego no sin antes que éste interrogara a su padre torturándolo, con los poderes que le otorgaba la espada podía saber si la gente le mentía por lo que no dudo en usar ese poder y sacarle información a su padre con respecto a sus misteriosas embarcaciones en la Tribu Agua del Norte y en el Reino Tierra, en ese momento fue cuando se enteró que tenía un medio hermano en aquellas tierras lejanas...

Con el paso de los años se volvió un caza-recompensas, cometía muchos actos de barbarie por grandes cantidades de dinero, una vez llegó al pueblo de Ala Negra buscando a Tiir, sabía que había sido abandonado por su madre debido a los poderes naturales que los espíritus le habían otorgado, en varias ocasiones trató de convencer a Tiir de irse con él, pero éste nunca acepto ya que ya había decidido proteger el pueblo junto con Ryner.

Los ancianos no estaban seguros si aconsejarle a Ryner de cumplir la petición de Tiir con respecto a encontrar a Shiki, se formulaban hipótesis con respecto a las consecuencias que eso traería, trataban de ayudar a Ryner a tomar una buena decisión pero al mismo tiempo esperaban que él siguiera su instinto y tomara una decisión sensata, nadie sabía a ciencia cierta si Shiki aceptaría ayudar a Ryner con el rescate de Tiir, incluso lo más probable era que pidiera algo a cambio...

por **Blue_Rain** Jue Mar 21, 2013 5:52 pm

Al amanecer de aquel día, con el sol a penas entrando por una ventana, Quent se acercó a Blue y la sacudió suavemente por el hombro para que se despertase.

- Hija...vamos a dar un paseo, sígueme. - le dijo en voz muy baja, mirándola de una manera extraña, con una mezcla solemnidad y tristeza a la vez.

Los ojos azules profundos de Blue mantuvieron la mirada del anciano. ¿Acaso iba a contarle la verdad finalmente?

El hombre no esperó respuesta y se encaminó hacia la puerta, la abrió y revisó que nadie estuviera allí.

-Adelante - le dijo a su hija adoptiva, que aún seguía sin levantarse de la cama.

Confundida pero a la vez curiosa, ella se levantó y siguió a su padre.

- No se si sea seguro salir así, menos sin avisar a nadie...si los soldados nos encuentran aquí...-dijo Blue, cuando ya llevaban una distancia considerada de la posada en la que Ryner los había dejado.

Ambos caminaban mirando hacia delante

-Aquí no nos encontraran, Mizuki - dijo Quent con seguridad, evitando decir más de lo que podía.

-Padre...¿vas a decirme a dónde vamos, por lo menos? - preguntó ella, cada vez más confundida.

¿Cómo podía su padre saber que no serían encontrados en aquel pueblo?

Quent se detuvo en seco, dejó de caminar y dándole la espalda a su hija le dijo:

-Mizuki, nuestra conversación de anoche me hizo abrir los ojos. Te dije que habría un momento adecuado para decirte la verdad pero temo que para cuando llegue ese momento sea demasiado tarde - comenzó a decir con voz grave.

Blue no dijo nada, abrió los ojos, esperando las tan esperadas respuestas. Por fin, todo cobraría sentido.

- Yo ya había visitado este pueblo antes, vivía aquí antes de conocer a mi esposa en la tribu sur del agua...antes de darme cuenta que lo que estaba haciendo estaba mal - su voz tomó un tono oscuro, de profunda tristeza.

- Eso quiere decir que...¿Eras un maestro tierra? - quiso saber la morena, aún sin poder aclarar todas sus dudas.

Quent negó con la cabeza.

- Era un mercenario del Reino Tierra - respondió sonriendo amargamente a espaldas de su hija. - Siempre supe tierra control, pero desde que decidí abandonar esa vida de mercenario juré que no haría nada más que vivir con mi familia en paz. Pero uno no puede borrar así como así el pasado o fingir que esa vida ... era de alguien más.

Hizo una pausa, el hombre sentía que su voz se quebraba tuvo que esperar a recobrarse.

-Hice cosas horribles en el pasado, Mizuki...cometí dos errores grandes y me temo que los dos desataron una catástrofe - se miró las manos como si estuvieran sucias, manchadas por su pasado oscuro, con la sangre de los inocentes que había matado.

Blue se acercó a su padre lentamente, notó su desesperación e intentó abrazarlo para darle calma.

El anciano se dejó abrazar y las lagrimas comenzaron a correr su rostro.

-Hija mía...si supieras...-dijo tratando de mantener su voz clara.

Ella cerró los ojos y comenzó a preguntarse internamente si aún quería saber la verdad.

El pasado oscuro de su padre la abrumaba y temía que si Quent continuara hablando, lo que diría sería tan terrible que la haría alejarse para siempre de lo que ella comprendía como su única familia.

por **Ryner** Jue Mar 21, 2013 11:23 pm

Los ancianos aún permanecían a puerta cerrada sacando conclusiones y dando consejo a Ryner, ya habían pasado unas horas desde que comenzaron a hablar, aún no llegaban a una conclusión, no se ponían de acuerdo con respecto a que hacer para rescatar a Tiir, esperaban una pronta solución pero no podían dar simples ideas, tenían que pensar en algo que no les costara más perdidas.

Después de unas cuantas horas más llegaron a una misma conclusión, ahora todo dependía de Ryner para llevar a cabo el plan, pero por el momento debía entrenar y fortalecerse más tanto física como mentalmente, debía estar listo para cuando el momento llegase.

Después de afinar los últimos detalles Ryner se retiró del lugar y regreso a su casa para pensar las cosas bien por sí mismo, ahora debía concentrarse y pensar muy bien el tipo de entrenamiento que realizaría, tenía que volverse más fuerte pero también más astuto que ellos, no podía darse el lujo de ser vencido de nueva cuenta, no quería perder a nadie por lo que quería ir por si solo para no arriesgar a nadie más.

Mientras se encontraba en su habitación, ahora un poco más tranquilo, su padre fue de nueva cuenta para hablar con él para decirle que lo apoyaría con cualquier cosa que necesitara.

¿Cómo te fue? -pregunto el hombre asomándose en la puerta la cual se encontraba entreabierta-

Bien -dijo Ryner antes agregando un pequeño suspiro-

¿Los ancianos te dieron su consejo? -preguntaba el hombre con una expresión de satisfacción por ver a su joven hijo más tranquilo-

Sí... ahora solo debo planear y acomodar bien las cosas por mí mismo -dijo mirando al techo mientras se encontraba recostado en su cama con las manos detrás de la cabeza-

No pensarás ir allá tu solo.., verdad? -preguntaba el hombre mientras se encontraba parado junto a él-

Tengo que, no quiero arriesgar a nadie más -dijo teniendo una expresión seria aún mirando hacia el techo de la habitación-

No es así, si haces eso te entregarás en charola de plata y también te atraparán a tí -le decía cambiando su tono de voz por uno de preocupación-

No, me volveré más fuerte y los venceré!! -dijo mientras se sentaba rápidamente en la orilla de la cama-

Al escuchar sus palabras el hombre se preocupo mucho, tenía miedo de que algo la pasara y que todo lo que habían hecho por él se viniera a bajo, aquel hombre no quería perderlo, ya se había encariñado demasiado con Ryner, tanto, que desde el primer momento en que lo vio solo y abandonado en el pueblo, lo adoptaron casi de manera inmediata, desde ese instante se convirtió en un hijo más para aquella familia.

El hombre se agachó ante Ryner y lo tomó de los hombros mirándolo a los ojos...

Solo te pido que pienses bien las cosas, no quiero perderte a tí también... -dijo el hombre mientras le caía una lagrima por su mejilla-

Ante esto Ryner se conmovió mucho al recordar que aquel hombre, antes de conocerlo, había perdido a dos de sus hijos mayores a manos de una pandilla de ladrones mientras éstos volvía de hacer algunas compras en un pueblo vecino.

Lo siento, por un momento olvide que... *suspiro* conmigo no sucederá lo mismo.

Al dar tal respuesta, Ryner abrazo a aquel hombre quien trataba de ser fuerte y no llorar más por aquel trágico recuerdo...

por **Blue_Rain** Dom Mar 24, 2013 5:03 pm

Habían vuelto a la posada en silencio, pero no era un silencio incómodo, se trataba más bien de asumir en aquel silencio todo lo dicho con anterioridad. Quent esperaba que Blue asimilara sus palabras mientras él asmilaba lo que su pasado había hecho con él al paso de los años.

Una vez en la posada, volvieron a hablar con normalidad, como si lo que había pasado hacía unos momentos se hubiera quedado donde debía fuera totalmente de la cotidianidad.

- Padre, iré a buscar algo para comer - dijo la joven mirando a su padre con sus ojos azul profundo llenos de incertidumbre, se podía notar a simple vista lo confundida que estaba aún más que antes y sin embargo en sus labios se dibujo una sonrisa leve, tratando de calmar su mente.

- De acuerdo, hija, te acompañaría pero estoy muy cansado... - respondió el hombre con mirada cansada. A su edad, y por todo lo que había pasado en su vida era más que marcado aquel cansancio que padecía.
-No te preocupes - interrumpió ella con una sonrisa de disculpa - No iba a pedirte que me acompañes, se lo cansado que estas. - hizo una pausa - Volveré aquí pronto con la cena.

Quent le sonrió agradecido y se acercó para acariciar el cabello de su hija.

- Mizuki, promete que no importa lo que suceda no olvidarás lo mucho que yo te quiero - le dijo con una mirada suplicante.
Ella lo miró extrañada, no comprendía el por qué de tan repentinas palabras pero asintió con la cabeza.
- Si, padre, lo prometo.

Él sonrió, aliviado, ahora que su hija había hecho esa promesa podía proceder con sus planes. Besó su frente y le dijo:

-Bueno, ve. No voy a distraerte más.

La joven, se marchó al instante, aún pensativa por las palabras de su padre y confundida por todo lo que a su alrededor sucedía. Estaba segura que esas palabras tenían que ver con algo que ella ignoraba pero que Quent sabía muy bien y evitaba decírselo, es decir, lo que le había dicho antes no había sido más que una introducción a la verdad. Realmente estaba lejos de comprender todo en su totalidad.

En su camino por ir a comprar alimentos, la mente le seguía trabajando, analizaba una y otra vez los recuerdos, las palabras, absolutamente todo lo que había vivido hasta entoces. Pero aún así no conseguía descubrir nada, no podía saber la verdad confiando en sus recuerdos y en las palabras ajenas que eran manipuladas con demasiado cuidado.

De pronto, ante sus ojos vio a Ryner caminando preocupado en dirección a una vivienda que Blue dio por sentado que se trataba del hogar del muchacho. Él no la vio iba ensimismado en sus pensamientos tal y como ella había estado hacía unos momentos.

Levantó su mano para llamarlo, pero se detuvo, directamente a penas si levanto la mano porque lo vio alejarse y entrar en la casa rápidamente. Ahora que lo notaba desde que habían llegado allí, Ryner los había dejado en la posada y ya no habían vuelto a hablar.

Miró con seriedad la puerta que el joven maestro tierra había cerrado detrás de sí, estaba segura que estaba planeando algo y más segura estaba aún que tenía que ver con su compañero que se había quedado atrás.

Decidida se quedó junto al umbral de la puerta, esperaría a que saliera y le haría unas cuantas preguntas. Si había algo que Blue detestaba era sentirse en deuda con las personas y a ese joven ya le debía demasiado tanto como a su compañero.

***

Mientras tanto, Quent Yaiden había abandonado la habitación de la posada. Sabía que había sido algo patético de su parte mentir diciendo que iba a descansar cuando realmente pensaba escabullirse para visitar la casa del anciano mayor y así hablar con él de las cosas que les concernían a ambos.

Fue por un camino oculto, sabiendo que de esa forma no se toparía con nadie y mucho menos con su hija a la que había mentido, también podía llamarse un atajo.

No tardó en dar con la casa del anciano mayor, dio la vuelta para encontrarse con la puerta principal y tomó aire, como si tomando ese aire estuviera tambien juntando valor para ingresar.

Al ingresar lo primero que hizo fue arrodillarse en el suelo, casi besando el mismo con su rostro mientras mantenía los ojos cerrados y las manos apoyadas sobre el suelo mismo.

El anciano mayor lo reconoció sin dudarlo y se puso de pie, sorprendido.

- Quent Yaiden, has regresado...- lo miró detenidamente - ¿Que te ha traído por este pueblo nuevamente? - le preguntó solemnemente.

El hombre no se movía de su posición.

- He venido a solicitar una audiencia privado con usted - le dijo con voz clara y firme.

- Denegada, no puedo escuchar tus palabras ya nunca más. Estan llenas de mentiras y engaños, siempre lo estuvieron - le respondió con dolor, en un tono de voz alto al principio y luego bajándolo acorde recordaba las atrocidades que el hombre había cometido.

- Pero esta vez es diferente, he cambiado desde entonces, he pasado por mucho... creame.- suplicó.

El anciano mayor no estaba dispuesto a oírlo y comenzó a caminar, retirándose.

- ¡Espere por favor! ¡Quiero hablarle de la leyenda del libro de la luna! - levantó su voz, quizá demasiado pero no fue en vano ya que el anciano mayor se detuvo y cambió su dirección dirigiéndose a Quent.

- ¿La leyenda...del libro de la luna? - repitió para comprobar que no había oído mal, hacía tiempo que nadie fuera del grupo de ancianos mencionaba aquella leyenda. - De pie y responde mi pregunta.

Haciendo caso a las palabras del anciano, Quent se puso de pie y lo miró.

-Sí...esa misma leyenda, la que yo mismo me negué a creer hace ya mucho tiempo, la misma leyenda que usted me recordó aquella vez antes de que cometiera ese terrible error y la misma por la cual en la tribu sur del agua, mi esposa e hijo fueron asesinados.- decía Quent con dolor, conteniendo la ira al recordar todo lo que había sucedido por culpa de aquella leyenda.

El anciano mayor se compadeció de él y lo tomó suavemente por el hombro.

-Hablemos en privado entonces, ven conmigo - le dijo con calma.

Los otros ancianos que estaban allí miraron severamente a Quent, pero no se opusieron a las palabras del mayor de ellos. Sabían que todo el asunto de la leyenda del libro de la luna debía tratarse con sumo cuidado y privacidad si no querían que nuevamente alguien más oyera sobre ello.

por **Ryner** Miér Mar 27, 2013 12:55 am

Después de platicar con su padre, Ryner se quedó en su cuarto para tratar de dormir un poco, tenía que pensar muy bien en las opciones que tenía para regresar y salvar a Tiir pero también tenía que descansar muy bien para reponer sus energías para así poder entrenar muy bien antes de ir en busca de Shiki.

Sabía perfectamente que con los poderes con los que contaba no eran los suficientes por si tenía que enfrentarse con él, Shiki era un hombre impredecible, nunca se sabía cual sería su reacción ante cualquier situación que se le presentara, al estar en parte poseído por espíritus malignos era mejor estar prevenido en caso de que también quisiera matarlo.

Con los poderes que aquellos espíritus le brindaban a Shiki al permitirles ser su contenedor, no se podía predecir que tipo de técnicas realizaría para defenderse, podía mancharse las manos con sangre cortando personas con la espada, utilizar los poderes adicionales que le ofrecían aquellos espíritus oscuros o también podía usar sus poderes como maestro fuego, para enfrentarse a él se tenía que estar bien preparado ya que por si solo ha aniquilado numerosas filas de guerreros que lo han retado por creer que la cantidad y numerosidad siempre triunfa.

Tiir sabía que su hermano era muy fuerte y que tenía conciencia a pesar de ser manipulado de alguna manera por aquellos espíritus oscuros, en lo más profundo de su ser aún quedaba un poco de aquel niño amoroso que alguna vez fue.., a pesar de que Tiir nunca convivió realmente con él, sentía eso que las personas mencionaban todo el tiempo como 'el llamado de la sangre', aunque eran medios hermanos Tiir quería salvar a Shiki y conocer su verdadero ser quien en realidad era Zane.., por tal motivo le pidió a Ryner que lo buscara y lo convenciera de ayudarlo con el rescate...

Mientras tanto en casa de Ryner, él ya había logrado conciliar el sueño y dormía placenteramente en su habitación, sus demás familiares se encontraban en el primer piso de la casa, los niños jugaban mientras los adultos platicaban sobre todo tipo de anécdotas.

Los niños hacían mucho escándalo en la casa por lo que su madre les pidió que salieran a jugar por el pueblo (obviamente sin alejarse de casa) para que no despertaran a Ryner, así que los niños le hicieron caso a su madre, tomaron algunos juguetes y se dirigieron a la puerta, al abrirla, una persona se encontraba parada cerca de ella...

Todos en el pueblo se conocían por lo que al ver a aquella persona los niños se asustaron pero después uno de ellos recordó que Ryner había dejado a un par de personas en la posada del pueblo mientras el otro niño corrió al lado de su madre y le dijo que había alguien desconocido en la puerta.

Tú eres una de las personas que el tío Ryner dejó en la posada del pueblo verdad? -pregunto el pequeño Suo-Min a la joven que se encontraba parada en la puerta-.

Si, en efecto, aquella persona que se encontraba ahí parada era Blue quien al parecer había encontrado la casa en donde Ryner vivía, pero por alguna razón no había tocado para que le abrieran.

Después de que el pequeño Suo-Min le hiciera aquella pregunta a Blue, su madre se aproximo a la puerta junto con el otro pequeño quien se llamaba Xia-Dian.
Éste, al escuchar las palabras de su hermano, recordó enseguida que su tío Ryner había dejado personas en la posada, por lo que dejó de abrazar a su madre para no mostrar miedo ante aquella joven.

Ah, tu debes ser una de las personas que mi hermano dejó en la posada de la familia Geng, ¿vienes a buscar a Ryner? ¿Por qué no pasas y te sientas? Así sirve y conocemos un poco más de tí -dijo amablemente- Mi nombre es Jia-Li, soy la hermana mayor de Ryner.

Se podía percibir que aquella familia realmente trataba a Ryner como un miembro más de su familia, era evidente que en aquel lugar no importaba el pasado de las personas, eso se podía notar a gran escala, pero Blue no conocía el pasado de Ryner por lo que en verdad creía que aquella, era su familia verdadera.

Blue se notaba un poco dudosa, posiblemente no sabía si podía confiar en ellos o no, pero de repente los niños se acercaron a ella y la jalaron de los brazos metiéndola al interior de la casa.

Este es el abuelo Ulrik -dijo Suo-Min mientras Xia-Dian corría a abrazar a su abuelo-.

Estamos felices de que el tío Ryner haya vuelto a casa -dijo Xia-Dian mientras reía- Aunque.., lamentablemente no puedo decir lo mismo de nuestro amigo Tiir -dijo poniendo una expresión muy triste en su pequeño rostro-.

Las últimas palabras de Xia-Dian causaron que todos bajaran la mirada por un momento debido a lo triste que era que pensar en la terrible situación en la que Tiir se encontraba al estar encerrado en una celda y excluido de cualquier tipo de contacto con otras personas...

Abuelo esta joven vino a ver al tío Ryner -dijo Suo-Min-.

Oh! Ya veo, Ryner se encuentra dormido en este momento -le dijo a Blue, después dirigió su mirada hacia sus nietos- Niños, por qué no salen a jugar un rato mientras su madre y yo platicamos con esta joven -les dijo sonriéndoles-.

Es verdad eso ibamos a hacer -dijo Suo-Min entre risas- Vamos hermano salgamos a jugar.

Si, yo llevaré ésta pelota... -dijo Xia-Dian mientras se agachaba por ella-.

Ambos niños tomaron sus juguetes y después salieron a jugar, así no habría problema para que ellos pudieran hablar tranquilamente con Blue.

por **Blue_Rain** Mar Abr 02, 2013 12:07 am

Blue esperaba afuera con los brazos cruzados y sus ojos cerrados delicadamente, no le daba importancia al tiempo que le llevara esperar allí, quería respuestas, quería saber y no iba a moverse de alli hasta no obtener lo que quisiera.

Desde esa posición podía escuchar muchas cosas que venían desde dentro, por ejemplo el barullo que armaban los niños que se encontraban jugando. Sin embargo, fue tomada por sorpresa cuando la madre les pidió a los pequeños que jugaran afuera. No tuvo tiempo de irse sin ser vista.
Los pequeños se quedaron mirando a la joven de la tribu agua, parecían sentirse intimidados por la presencia y el aura misteriosa que ella desprendía.

Uno de los niños, el más valiente, decidió hablar.

-Tú eres una de las personas que el tío Ryner dejó en la posada del pueblo verdad? -pregunto con curiosidad.

Blue parpadeo algo atonita, y luego sonrió al jovencito.

Era extraño en ella sonreir de aquella forma pero le resultaba inevitable con los niños y niñas mas pequeños.

- Así es, estaba a punto de golpear la puerta - mintió manteniendo la sonrisa amigable.

La madre de uno de los pequeños se acercó con otro de los niños.

-Ah, tu debes ser una de las personas que mi hermano dejó en la posada de la familia Geng, ¿vienes a buscar a Ryner? ¿Por qué no pasas y te sientas? Así sirve y conocemos un poco más de tí -dijo amablemente- Mi nombre es Jia-Li, soy la hermana mayor de Ryner.

La muchacha de ojos azul profundo reprimió un suspiro, por un momento había temido que la hermana de Ryner la echara o quizá hasta desconfiara de sus intenciones allí.

Pero no, pronto notó que esas personas no eran a lo que ella estaba acostumbrada. Eran seres amables y de buen corazón.
Los niños la jalaban de los brazos, obligándola sin dudas a ingresar en la vivienda.

-Este es el abuelo Ulrik -dijo el pequeño que le había dirigido la palabra en un principio.

-Estamos felices de que el tío Ryner haya vuelto a casa -dijo el otro que se había escondido anteriormente detrás de su madre.-Aunque...lamentablemente no puedo decir lo mismo de nuestro amigo Tiir -dijo poniendo una expresión muy triste en su pequeño rostro.

Las palabras del niño llenaron el espacio de la habitación y sin embargo dejaron un sentimiento de vacío en los allí presentes que no había forma de describir los pensamientos de Blue ante esto.

-Abuelo esta joven vino a ver al tío Ryner - habló nuevamente el primer niño.

-Oh! Ya veo, Ryner se encuentra dormido en este momento -le dijo a Blue, después dirigió su mirada hacia sus nietos- Niños, por qué no salen a jugar un rato mientras su madre y yo platicamos con esta joven -les dijo sonriéndoles-.

-Es verdad eso ibamos a hacer -dijo uno de los niños.

-Si, yo llevaré ésta pelota... le respondió el menor.

Los niños abandonaron el lugar, corriendo felices mientras lanzaban la pelota.

Blue sintió que de alguna forma habían dicho eso para hacerle unas cuantas preguntas seguramente sobre cómo había conocido a Ryner y a su amigo, ¿tendrían sospechas sobre ella? ¿creerían que estaba de parte de los malos? no...eso era imposible, estas personas eran buenas no desconfiarían así de ella, y ella no estaba del lado equivocado, solo esperaba ayudar y compensar a Ryner por prestarle su ayuda en el momento justo.

- Ryner ha regresado muy afectado por lo que sucedió con Tiir...-comenzó a decir el hombre que debía ser el padre de Ryner - Tu has estado con ellos cuando todo sucedió, ¿verdad? - hizo una breve pausa, mirandola a los ojos - Dime jovencita, ¿Cuál es tu nombre?

Su voz era suave y amable no quería intimidar a la joven, solo tener una conversación de lo sucedido, tal vez así encontraría la forma de que Ryner no fuera solo en busca de Tiir.

- Mizuki Yaiden - respondió automáticamente, sabía que la conversación tenía fines desconocidos pero estaba segura que no era con ningún proposito oscuro.

- ¿Yaiden? - repitió el hombre - Me suena conocido, ¿De dónde es tu familia?

Ella se quedó en silenci por unos momentos, esa pregunta nunca se la había hecho a sí misma. En todos sus años de vida nunca había querido saber por sus verdaderos padres, ni de donde provenía realmente, nada. Ella era feliz siendo una Yaiden.

- Tribu agua del sur, señor - respondió con calma a pesar de la tormenta en su mente.

Se hizo un breve silencio mientras el hombre asentía con la cabeza.

- Disculpe...deben estar preguntándose que estoy haciendo aquí - dijo mirando Jia-Li y luego a Ulrik. - Yo esperaba hablar con Ryner, agradecerle por todo lo que hizo por mí y por mi padre. Y si me lo permite, también querría ofrecerle mi compañía si es que va a regresar por su amigo. Es lo menos que puedo hacer.

Dijo todo tan de repente que la hermana de Ryner y su padre quedaron perplejos y se miraron entre sí sin saber bien que decir. Pero finalmente fue Jia-Li quien respondió.

-Eso es algo muy honorable de tu parte, Mizuki...-comenzó a decir - Sé que Ryner estara agradecido...

-Pero va a negarse - interrumpió su padre- El dijo que iría, jovencita, puedo confirmarle eso. Pero no quiere que nadie lo acompañe...quiere ser más fuerte y salvar por sí mismo a su mejor amigo.

Las palabras salían de la boca del hombre con admiración y profundo dolor.

- ¿Podría hablar con el? - quiso saber Blue.

-Aún debe estar dormido...- retomó la palabra Jia-Li.

-Es aquella habitación, pasa por favor y convencelo de aceptar tu compañia en el viaje - pidió Ulrik, con mirada suplicante, no estaba dispuesto a perder otro hijo.

Blue siguió las indicaciones de Ulrik y se dirigió a la habitación de Ryner. Una vez allí lo encontró dormido, tal y como la primera vez que lo había visto en aquella vivienda abandonada de la Gran Isla del Oeste, en la Nación del Fuego.

***
La conversación privada, a puertas cerradas, de Quent Yaiden y el anciano mayor ya estaba culminando, no había mucho que decir, la leyenda había hablado por sí sola, solo les quedaba ajustar algunos detalles.

- Entonces...¿crees que ellos vendrán aquí al pueblo? - preguntó el anciano, rascando su barba, pensativo.

- No hay forma de que me equivoque...durante todos estos años he protegido a Mizuki de sus garras pero desde el incidente en la gran isla oeste los nobles de la Nación del fuego están en su búsqueda nuevamente. No sé cuanto tardarán en encontrarla aquí...-suspiró preocupado, no sabía que debía hacer.

Durante el tiempo que había sido capturado había perdido valiosa información sobre los nobles, pero aún así esperaba que el anciano hubiese estado al tanto de todo para ayduarle a combatirlos.

El anciano mayor permaneció pensativo un tiempo más, la situación era complicada.

- No pondrán un pie en Ala Negra, Quent, despreocupate por ello. - miró al hombre, haciendo una breve pausa - Pero esperaran a que ella salga, eso te lo aseguro. Una vez que ponga un pie fuera de este pueblo, Mizuki podrá ser capturada. Por nada del mundo dejes que se vaya del pueblo, Quent. Por lo menos hasta que encontremos a los faltantes...

Se hizo otro silencio, ambos sabían lo que guardaba aquel silencio pero ninguno se atrevía a hablar de más.

por **Ryner** Mar Abr 02, 2013 3:10 am

Ryner yacía dormido en su habitación, durante ese lapso de tiempo su padre y hermana permanecían en la parte baja de la casa hablando con Blue.
Éstos trataban de buscar una forma en la que Ryner no se arriesgara por si solo en la búsqueda de Shiki y en el rescate de Tiir, pero antes, había algo pendiente...

La decisión final que los ancianos habían tomado cuando sostuvieron una plática privada con Ryner esa misma mañana, parecía que tenía que llevarse a cabo lo más pronto posible, pero nadie sabía con certeza si Ryner podría solo con la misión, en especial su padre, por esa misma razón al ver a Blue se le ocurrió que ésta podría acompañarlo en su búsqueda y así ser un apoyo en caso de enfrentar retos difíciles en el camino.

Tenían absoluta confianza en él, pero temían que algo o alguien se interpusiera en su camino y le causara un gran daño... A pesar de no ser su hijo de sangre, Ulrik quería demasiado a Ryner, desde que se unió a la familia fue tratado como tal, podría decirse que en ningún momento se sintió que no fuese parte de la familia, aunque al principio tal vez costó un poco de trabajo que Ryner confiara de nueva cuenta en las familias después de que sus padres lo abandonaran por ser.., diferente.

Mientras Ulrik y Jia-Li hablaban con Blue, Ryner estaba teniendo el mismo sueño de siempre, soñaba con su antigua vida, cuando todo era felicidad con sus verdaderos padres, el sueño se veía tan claro que parecía real, practicaba todas las mañanas tierra control con su padre, en días festivos su madre mandaba preparar su platillo favorito, los sirvientes de la casa jugaban con él, a pesar de pertenecer a una familia de nobles, nunca se sintió más que los que no tenían riquezas, aunque sus padres le enseñaban lo contrario nunca quizó ser como ellos en ese sentido...

Después de esa parte del sueño, de repente todo se volvía oscuro, aquel poder aparecía, destruía todo y a todos a su alrededor, era aterrador ver eso y no poder hacer nada al respecto, sus padres, en lugar de buscar ayuda optaron por 'deshacerse' de Ryner, todos aquellos momentos felices se hicieron pedazos de un solo golpe, en aquel momento se lamentaba por tener ese poder, recordar ese incidente casi todo el tiempo, era lo último que deseaba pero por más feliz que era con su nueva familia aquel recuerdo seguía sellado en su corazón.

Quería olvidarlo todo, era horrible.., pero mientras soñaba se sentía observado en su habitación, al mismo tiempo en que dormía sus sentidos siempre estaban alerta, pero no se preocupaba tanto ya que se encontraba en casa, por un momento pensó que se trataba de su padre o de Jia-Li ya que a cada momento pasaban a ver como estaba, pero después de unos minutos sentía algo diferente por parte de quien lo observaba, le era familiar pero no estaba seguro así que despertó de golpe, se sentó en la cama y voltio rápidamente hacia la puerta, al mirar a ver de quien se trataba, su expresión cambio por una de asombro.

Se preguntaba así mismo como era posible que precisamente ella estuviera allí parada, como en aquella ocasión cuando se conocieron en la Isla del Oeste...

¿Qué... qué haces aquí? -preguntaba aún asombrado, aunque su tono de voz parecía como si estuviera asustado y hubiera visto a un fantasma-

Trato de calmarse cerrando los ojos por unos segundos, después dió un fuerte soplo de aire, casi como un suspiro.

Ryner no quería toparse con Blue de nueva cuenta ya que estaba completamente seguro de que ella lo seguiría y le ofrecería su ayuda para encontrar a Shiki y salvar a Tiir y ésta no recibiría un no como respuesta, sabía que era igual de terca y necia como él, siempre arriesgándose para salvar a los demás por si mismos y sin ayuda de nadie.

Pero al estar Blue allí junto a él, ya no sabía como reaccionar ante ésta, fingir que no pasaba nada.., Ryner tenía planeado dejar el pueblo sin que ella se diera cuenta pero eso ahora ya no sería posible.

Se levantó de la cama y le pidió a Blue que salieran de la casa para hablar a solas, no quería comprometerla en nada así que tenía que buscar las palabras correctas para darle a entender que no quería ponerla en peligro y éste esperaba que funcionara.

Cuando bajaron de la habitación, Ulrik y Jia-Li se encontraban sentados en la sala cerca de la puerta, mientras Ryner y Blue se acercaban a ellos, Ryner solo miraba a Ulrik seriamente como diciéndole ¿Por qué la dejaste entrar?, después cerró los ojos y paso junto a ellos, abrió la puerta y salió junto con Blue, abrió los ojos de nueva cuenta y luego cerró la puerta fuertemente.

Ulrik jamás había visto tal reacción en Ryner, se quedó con la mirada triste, cerró sus ojos y pusó su mano sobre éstos, mientras que Jia-Li solo se quedó atónita por tal repentino comportamiento.., aunque no era tan grave ellos lo sintieron como si lo hubiese sido, nunca lo habían visto y sentido molesto, posiblemente mientras hablara con la joven él se calmaría y entendería porque habían permitido que ella pasara, pero en ese momento ya no estaban tan seguros...

Los niños del pueblo corrían felices por todo el lugar, se atravesaban en su camino pero no chocaban con ellos, se les veía tan felices corriendo por doquier y jugando con los animales que allí tenían, mientras Ryner los veía jugar recordó su sueño y solo pasó entre ellos con la cabeza y la mirada bajas...

Mientras tanto en la casa del anciano mayor sucedía algo que solo sabía el anciano mayor y aquel hombre que Ryner dejó en la posada de la familia Geng, Quent Yaiden.., fuese lo que fuese de que se tratara, era algo muy serio por lo que el anciano mayor mando llamar a otro de los ancianos para que fuesen por Ryner a su casa y le dijeran que se dirigiera inmediatamente al gran templo el cual se encontraba a las afueras del pueblo...

Cuando el anciano llego a casa de Ryner, Ulrik le abrió la puerta y sin tiempo que perder el anciano pregunto por Ryner, pero Ulrik le dijo que había salido para hablar con la joven Mizuki y que posiblemente se habían dirigido al bosque, esto preocupo al anciano y fue en busca de ellos ya que tenían que estar allí antes de que anochecerá y no faltaba mucho para ello, el anciano tenía unas pocas horas para llevar a ambos si era necesario al gran templo.

El anciano no le explicó a Ulrik la razón por la que el anciano mayor necesitaba con tanta urgencia a Ryner en aquel lugar y mucho menos por qué tenía que ser antes del anochecer, Ulrik se preocupó aún más, no sabía lo que estaba sucediendo en el pueblo, tenían miedo de que la paz que había perdurado tantos años se rompiera con algún posible ataque de la Nación del Fuego, la situación en el pueblo comenzaba a ponerse tensa...

Mientras todos andaban preocupados buscándolos, Ryner y Blue se encontraban en el bosque, Ryner trataba de buscar una manera de explicarle la situación a Blue, ésta, a pesar de no tener mucho tiempo en que conocía a Ryner, podía sentir como si estuviera molesto por algo, en ese momento ella pensó que se expresaba de tal manera debido a lo que le había sucedido a Tiir, en parte se trataba de eso pero la verdadera razón era por aquel sueño que había tenido antes de despertar bruscamente.

Como aún estaba fresco el recuerdo, Ryner se dejaba dominar por la irá que sentía en su interior, aunque trataba de controlarse las imágenes permanecían impresas en su mente, no podía concentrarse en lo que tenía que decirle a Blue, así que se sentó sobre una roca poniendo sus brazos sobre sus piernas, colocando la cabeza hacia abajo y la mirada hacia el suelo.

Hay cosas que quisiera nunca hubiesen sucedido... -dijo con un tono de voz no muy alto pero que se entendía perfectamente-.

Aquel sentimiento de irá que se sentía en él había cambiado repentinamente por uno de tristeza, a pesar de los años, todavía le dolía que sus padres lo hubiesen abandonado, el misterioso poder que tenía era lo que menos le importaba, se encontraba frustrado ya que de alguna manera se sentía más entendido por Tiir que por nadie más debido a que tenían eso en común y aunque Ulrik había hecho un trabajo excepcional como padre para Ryner, había algo que no llenaba el vacío que éste sentía en su más profundo interior...

por **Blue_Rain** Miér Mayo 08, 2013 6:31 pm

Blue observó por quien sabe cuanto tiempo la figura dormida de Ryner. Se preguntaba que era lo que perturbaba el sueño del maestro tierra. Le despertaba curiosidad, sabía que había demasiado que ella ignoraba y de ahí venía esa necesidad de saber.
Pronto se vio sorprendida por el joven que también demostró su asombro, le preguntó que hacía allí. Sus ojos demostraban una especie de temor, algo indescriptible, pero que se parecía mucho al miedo y a la confusión.
Ella lo miró detenidamente, dispuesta a responderle con sinceridad pero fue interrumpida por el muchacho, quien levantandose de la cama caminó hacia ella para pedirle que hablaran en otro lugar.
Salieron de la habitación a toda velocidad, había mucho apuro en los pasos de Ryner que la llevaban fuera de su casa como echándola. Blue frunció el ceño mientras le seguía el paso al pensar en esto último.
Pasaron rápidamente junto a Ulrik y Jia-li, el padre y la hermana de Ryner respectivamente. Ella los miró como disculpándose por aquella salida tan repentina. Sabía que Ulrik contaba con ella para acompañar a Ryner en la búsqueda de Tiir, y no quería defraudarlo. Era extraño pero aquel hombre le despertaba cierto cariño, le recordaba a Quent en cierto modo.
Finalmente llegaron al bosque, más bien al claro del bosque. Ryner se veía demasiado pensativo, parecía analizar cuidadosamente las palabras que estaba a punto de decirle a la morena. Pero por alguna razón no podía hacer conexión entre sus pensamientos y su propia voz. Sus pensamientos en aquel momento se habían vuelto un torbellino incontrolable.
"Hay cosas que quisiera nunca hubiesen sucedido..."dijo sentándose sobre una roca, apoyando sus brazos sobre las piernas con la cabeza cayendo hacia abajo, mirando confundido hacia el suelo.
Blue lo había observado hasta el momento sin comprender absolutamente nada, lo único que comprendía era que la confusión turbaba la mente del joven maestro tierra y eso lo comprendía más que nadie.
En un acto de compasión, caminó hacia el y se sentó a su lado y cerrando los ojos, tomó aire, tratando de no pensar demasiado lo que quería decirle.
- Yo voy a ir contigo - soltó aún cerrando los ojos, evitando hablar de otros temas personales. No quería hablar de su propia confusión y no quería encariñarse con Ryner. - Después de todo, en parte aquel embrollo fue culpa mía...- se encogió de hombros - así que insisto... voy a acompañarte a rescatar a tu amigo.
Al decir esto último, abrió los ojos y miró a Ryner con firmeza, nada podía convencerla ya de lo contrario.

***

Quent, se ofreció para ir en busca de Mizuki y Ryner, pidiéndole al anciano mayor que los esperara ya en el gran templo. Por segunda vez en su vida, tenía miedo. Sentía un escalofrío al pensar lo que podía suceder si no los encontraba a tiempo.
Súbitamente recordó aquel fatídico día...

flashback

- Yaiden...¿Qué fue lo que hiciste? - le dijo uno de sus compañeros más jóvenes, Hubb, mirándolo algo asustado.

- Yo hice lo que me pidieron - le respondía Quent con mirada fría, sin saber que las consecuencias serían inmediatas, después de todo él había sido el asesino del hijo de un importante general de la Nación del Fuego.

No podía imaginarse que en los días siguientes lo enviarían a resguardo en la tribu agua del sur, donde allí mismo conocería a quién sería su esposa y tendría un hijo.

Se había creído listo por aceptar a tiempo el resguardo por tiempo indefinido. Más, acorde pasaban los años y no lograban dar con su paradero.

Con el paso del tiempo, a los pocos días de que naciera su hijo Kenta, alguien tocó a la puerta de su hogar, fue a abrir el mismo, temeroso de que por fin lo habrían encontrado.

Se sorprendió al ver que se trataba de su antiguo compañero, Hubb.

- ¿Qué haces aquí? - le preguntó confundido, se había firmado un pacto en el que tenían prohibido hablar o visitar a Quent en su escondite.

- ¿Está tu esposa en casa? - preguntó hablando en voz baja.

Quent lo miró con desconfianza, ¿cómo podía saber que estaba casado?

Sin responderle, salió de la casa y caminó apresuradamente lejos de allí, Hubb lo siguió.

- Te van a castigar por esto, Hubb - le dijo Quent a regañadientes, esperando que le dijera algo más.

El ex-compañero de Quent, sonrió.

- No lo harán, me enviaron especialmente para hablarte - dijo luego con más seriedad.

El hombre se detuvo, confuso y a la vez enojado por no saber que era lo que tramaba.

- ¿Y entonces? - le preguntó frunciendo el ceño.

- El libro de la luna, Yaiden. hemos encontrado a uno de ellos, de los de la profecía. - le respondió con expresión solemne.

Quent lo miró detenidamente, no estaba bromeando, lo decía enserio, y en ese caso se guardó las ganas de reir.

- Es una niña y vas a tener que resguardarla aquí contigo, no puedo decirte más que eso. - mientras hablaba sacó un papel que contenía una nota para que comprobara sus palabras o más bien las verificara, finalmente tenía como clave de autentificación la firma de los ancianos del pueblo ala negra.

Fin de Flashback

Antes de la llegada de Blue a su vida, él había dado su palabra de que la protegería a cualquier precio. Ya le había costado la vida de su esposa e hijo, incluso hasta hacía muy poco su propia libertad. Pero esa había sido su promesa, protegerla. [/i]

por **Ryner** Jue Mayo 09, 2013 12:32 am

En casa todo permanecía en silencio, Ulrik no perdía la esperanza de que aquella joven convenciera a Ryner para acompañarlo en busca de Shiki ya que éste era una persona muy fuerte y temía por la seguridad de su hijo, si ambos iban en esa misión Ulrik estaría más tranquilo ya que tendría en cuenta que la joven sería una excelente compañera para él.

Jia-Li notó que su padre se veía muy nervioso así que para tranquilizarlo le preparó un poco de té para que intentara relajarse.

Verás que todo saldrá bien -le dijo a su padre con una pequeña sonrisa mientras le servía más té-.

Eso espero... *suspiró* Me preocupa que Ryner se niegue a recibir ayuda de los demás.., en verdad espero que esa joven lo convenza, además me preocupa aún más el hecho de que aquel anciano no me haya dicho porque necesitan a Ryner con tanta urgencia -dijo mientras observaba una vieja foto de la familia que se encontraba en la sala de la casa-.

Es verdad.., para que lo necesitarán -dijo con una expresión de duda e incertidumbre-.

Mientras tanto en el bosque... Blue se había acercado a Ryner después de verlo decaído por una razón que a pesar que ella desconocía, no era impedimento para tratar de convencerlo y hacerle cambiar de opinión y dejar que ella lo acompañara en su nuevo viaje que estaba a punto de comenzar...

Yo voy a ir contigo... -dijo mientras cerraba los ojos- Después de todo, en parte aquel embrollo fue culpa mía... -encogió los hombros- así que insisto... voy a acompañarte a rescatar a tu amigo.

Después de aquellas palabras Blue abrió los ojo y miró firmemente a Ryner, éste como respuesta simplemente soltó una sonrisa un poco burlona mientras permanecía con el rostro y la mirada hacia abajo, su cabello cubría sus ojos por lo que solo podía verse aquella parte de su rostro.

En aquel momento muchas cosas pasaban por su mente, era como si todos esos malos momentos de su pasado habían decido regresar a su memoria y jugarle una mala pasada, trataba de relajarse y tener fría la cabeza para poder pensar con claridad, lo que tenía que hacer era muy serio, no se trataba de un juego, la vida de su amigo corría peligro y no podía arriesgarse y permitir que algo le sucediese.

Así que aprovechando la presencia de Blue, ya un poco más relajado, comenzó a pensar en que hacer con respecto a ella, sabía que no podía ir por ahí por sí solo e intentar enfrentarse contra un ejercito que de seguro lo estarían esperando para capturarlo y aprisionarlo de la misma manera que a Tiir.

En verdad eres muy insistente... -dijo mientras volteaba su mirada hacia Blue-.

La miraba seriamente, permaneció así por unos segundos hasta que después Ryner le sonrió, podría decirse que Ryner al fin se había dado cuenta de que necesitaría toda la ayuda posible, ya que no podía confiar simplemente en sus habilidades y en las de Shiki, si es que éste aceptaba ayudarles.

En ese preciso momento Quent apareció de la nada y les dijó que el Anciano Mayor quería verlos con urgencia en el Gran Templo, el cual no se encontraba muy lejos de la aldea pero estaba bien oculta entre la maleza del bosque.

En aquel templo se encontraba algo que solo los elegidos por los espíritus podían ver, Ryner y Blue pronto sabrían un poco más sobre sí mismos...
El Anciano Mayor sabía que de alguna manera eso ayudaría a Ryner con su misión y sería una prueba más en su destino; ahora todo dependería de los espíritus del bosque, ya que estos tenían que dar su aprobación con respecto a lo que el Anciano Mayor tenía en mente.., pero no se trataba de cualquier clase de espíritus, sino de los responsables de la creación del pueblo...
Ryner estaba a punto de recibir un cargo que ni siquiera se imaginaba...

por **Blue_Rain** Mar Mayo 14, 2013 6:38 pm

Ryner llamó insistente a Blue, a lo cual ella sonrió. La insistencia era algo que formaba parte de su naturaleza cuando deseaba proteger algo o a alguien.

Antes de que pudiera incluso agregar algo Quent los encontró.

- Por fin los encuentro - dijo algo agitado, no por el largo caminar si no por la preocupación - Los he estado buscando, más bien, el anciano mayor los necesita así que tienen que venir conmigo al Gran Templo...-Pidió mirándolos de manera suplicante.

Blue se sobresaltó, había sido descubierta, no sabía como Quent había dado con su ubicación pero lo que más le preocupaba era el hecho de que el anciano mayor del pueblo los necesitaba a Ryner y a ella. La situación era mucho más sencilla de entender si el anciano solo requería la presencia de Ryner, pero ¿ella? ¿Que tenía que ver con aquel pueblo? ¿Por qué debía ir también a ver al anciano mayor al gran templo?.

- Síganme - agregó rápidamente el hombre poniendose en marcha una vez mas.

Ryner lo siguió, mientras Blue se vio inundada de nuevas dudas.

Caminaron en silencio, la confusión era algo que colmaba los pensamientos de la joven de ojos azules.El paso que llevaban era ligero, así que no tardaron en llegar al Gran Templo, un lugar que Blue había ignorado hasta aquel momento.

- Ryner el anciano te esta esperando - le dijo una vez que entraron a la sala principal del gran templo - Yo me quedaré con Blue, así que no te preocupes, ve tranquilo.

Quent habló con confianza y calma, como si supiera ya lo que el anciano mayor iba a decirle y lo que él iba a contarle a Blue.

Blue vio a Ryner alejarse para hablar con el anciano y luego miró a Quent.

Una vez que el joven maestro tierra los dejó, Blue volvió a mirar a su padre.

- ¿Qué sucede, padre? No entiendo que hago yo aquí si el anciano mayor quiere hablar con Ryner y tampoco entiendo que tienes tú que ver con todo esto... - rompió el silencio la morena, mirandolo confundida.

- Hay algo más que debo confesarte, pequeña - dijo Quent cerrando los ojos, pensando en que lo que estaba a punto de confesarle a Blue iba a cambiar su mundo para siempre...

por **Ryner** Vie Mayo 17, 2013 11:19 pm

Quent lucía muy preocupado, por lo que ellos accedieron a su petición y lo siguieron hacia el Gran Templo.
Se decía que el Gran Templo había sido construido para venerar a los espíritus del bosque y pedir por salud y buenas cosechas para el pueblo, eso era lo que comúnmente se pensaría pero la realidad era que aquel lugar tenía algo más que artículos sagrados para los pobladores, había una razón muy simple por la que solo los habitantes de ''Ala Negra'' podían ir a aquel lugar, después de casi cien años de la creación del pueblo, era tiempo para hacer un nuevo cambio...

Quent, Ryner y Blue no tardaron mucho en llegar al Gran Templo, el lugar no era tan grande pero acaparaba las miradas de los presentes...

Nunca había estado en este lugar... -exclamó Ryner observando todo a su alrededor-.

En ese momento Quent lo interrumpió...

Ryner el Anciano Mayor te esta esperando -le dijo mientras entraban en la sala principal el Templo- Yo me quedaré con Blue, así que no te preocupes, ve tranquilo.

Ante esto Ryner miró un poco asombrado a Quent por unos segundos luego éste le asintió con la cabeza y se dirigió a la sala central del Templo en donde el Anciano Mayor esperaba por él.

Bienvenido Ryner -exclamó al verlo entrar- Es tiempo de llevar a cabo lo que hablamos hace unos días, ¿sabes a qué me refiero.. verdad?

Eso creo.., aunque aún no estoy muy seguro al respecto -le contesto al Anciano bajando la mirada-.

Necesito que vayas al mundo de Temno Prizrak, allí te enterarás de todo lo que necesitas saber...

Temno.. Prizrak..? -preguntó asombrado-.

Así es, aún no sabes por qué o para qué, pero en ese lugar se contestarán todas tus preguntas, sé que nunca te hable de ese lugar pero estoy seguro de que pronto comprenderás por qué.

Ryner simplemente lo miraba asombrado, nunca había escuchado sobre tal lugar, creía que el Mundo de los Espíritus era el único lugar fuera del alcance de los humanos pero parecía que había un mundo similar en donde existían otros seres además de los ya conocidos...

Al igual que el Mundo de los Espíritus, Temno Prizrak es un mundo en el que habitan todo tipo de espíritus, en su mayoría por seres de oscuridad, existen cuatro entradas a este mundo (una por nación) las cuales son custodiadas por sus respectivos guardianes, dichas entradas cambian su ubicación para no ser encontradas fácilmente, aparecen en distintos lugares cada determinado tiempo dentro de la misma nación en donde se ubican, los guardianes son quienes deciden a quienes enseñarles las entradas a su mundo.., nunca se sabe que tipo de pruebas pondrán, se dice que dichos espíritus te juzgan por tus acciones y dependiendo de éstas, sabrán si llegarás o no al final del recorrido.

Si los espíritus te consideran digno de entrar, éstos te guían sin que te des cuenta hasta un punto en donde todo está inmerso con una densa neblina de colores cálidos la cual tendrás que atravesar dejándote guiar por tus sentidos e intentando pasar las pruebas que te pondrán hasta llegar al otro lado en donde se encuentra un espíritu aún más poderoso que los anteriores el cual te juzgará de nueva cuenta y decidirá tu futuro en dicho mundo...

En una ocasión un grupo de hombres provenientes de pequeñas y humildes aldeas del Reino Tierra, decidió salir en busca de un lugar en donde vivir con sus familias debido a que en donde solían vivir comenzaba a escasear el agua y la comida, pero sobre todo el clima no les beneficiaba del todo con sus cultivos.
Al mismo tiempo aquellos hombres querían alejarse lo más posible ya que presentían que algo malo estaba a punto de comenzar y ellos no querían exponer a sus familias a tal peligro, durante su viaje llegaron al bosque de Hei Bai en el cual no sintieron nada extraño ni sobrenatural por lo que se quedaron a pasar la noche allí.

Mientras dormían, una misteriosa neblina con mezcla de colores violeta y rosa comenzó a cubrir todo el lugar, la temperatura también comenzó a bajar causando que aquellos hombres despertaran, al percatarse de lo que estaba ocurriendo se asustaron mucho, después de unos segundos unos misteriosos espíritus aparecieron ante ellos dejando caer cientos de plumas de color negro al rededor suyo las cuales se desprendían de sus majestuosas y resplandecientes alas, dichos espíritus se comunicaron con ellos dándoles a entender que podían establecerse en dicho pedazo de tierra a lo que ellos accedieron sin saber porque tal repentino obsequio.

De manera inmediata los hombres volvieron a sus pueblos natales en busca de sus familias para que pudieran mudarse a aquel lugar, al regresar al bosque, notaron que las plumas aún seguían en el suelo, las juntaron y las pusieron en pequeños sacos, después de eso comenzaron a construir rápidamente unas viviendas improvisadas mientras conseguían más material para establecerse formalmente, al terminar, cada familia tomó un saco con aquellas plumas, al meterlas en sus casas, éstas salieron de los sacos y comenzaron a flotar sobre ellos desapareciendo ante sus ojos soltando pequeñas luces brillantes las cuales también desaparecían al tocar el techo, debido a tal acontecimiento llamaron a aquel nuevo pueblo 'Ala Negra'.

Dichos espíritus les otorgaron a aquellos hombres el permiso de entrar en su mundo llevando a cabo distintas pruebas, el que pasara todas sería nombrado por los espíritus como el mediador y representante de los habitantes del pueblo ante aquellos espíritus.
Uno de ellos logró pasar todas las pruebas llegando a un punto de ese mundo en el que se podía respirar paz y tranquilidad, era inexplicable lo que se podía sentir en ese lugar todo allí parecía más un sueño que una realidad, era el lugar perfecto para vivir en armonía con el mundo, el espíritu mayor apareció ante él y le habló, aquel hombre prometió cumplir con todas las ordenes de dicho espíritu, a cambio, se le otorgó todo tipo de conocimientos, aprendió muchas cosas en ese momento, al volver al pueblo, comenzó a cumplir las cosas que les había prometido, al ser el único en el que los espíritus confiaban algunos lo llamaron Gran Jefe, otros Gran Sabio Guía.., cumpliría con todo hasta que su tiempo terminará y fuese sustituido....

por **Blue_Rain** Sáb Jul 06, 2013 1:53 am

Ryner llamó insistente a Blue, a lo cual ella sonrió. La insistencia era algo que formaba parte de su naturaleza cuando deseaba proteger algo o a alguien.
Antes de que pudiera incluso agregar algo Quent los encontró.
- Por fin los encuentro - dijo algo agitado, no por el largo caminar si no por la preocupación - Los he estado buscando, más bien, el anciano mayor los necesita así que tienen que venir conmigo al Gran Templo...
Pidió mirándolos de manera suplicante.
Blue se sobresaltó, había sido descubierta, no sabía como Quent había dado con su ubicación pero lo que más le preocupaba era el hecho de que el anciano mayor del pueblo los necesitaba a Ryner y a ella. La situación era mucho más sencilla de entender si el anciano solo requería la presencia de Ryner, pero ¿ella? ¿Que tenía que ver con aquel pueblo? ¿Por qué debía ir también a ver al anciano mayor al gran templo?.
- Síganme - agregó rápidamente el hombre poniendose en marcha una vez mas.

Ryner lo siguió, mientras Blue se vio inundada de nuevas dudas.

Caminaron en silencio, la confusión era algo que colmaba los pensamientos de la joven de ojos azules.El paso que llevaban era ligero, así que no tardaron en llegar al Gran Templo, un lugar que Blue había ignorado hasta aquel momento.

- Ryner el anciano te esta esperando - le dijo una vez que entraron a la sala principal del gran templo - Yo me quedaré con Blue, así que no te preocupes, ve tranquilo.

Quent habló con confianza y calma, como si supiera ya lo que el anciano mayor iba a decirle y lo que él iba a contarle a Blue.

Blue vio a Ryner alejarse para hablar con el anciano y luego miró a Quent.

Una vez que el joven maestro tierra los dejó, Blue volvió a mirar a su padre.

- ¿Qué sucede, padre? No entiendo que hago yo aquí si el anciano mayor quiere hablar con Ryner - rompió el silencio la morena, mirandolo confundida.

Quent bajó la mirada por unos instantes, enfrentarse a la verdad, contarle su verdadero destino a Mizuki era lo más difícil que le había tocado hacer en toda su vida.

Ella percibió en su mirada la duda, el desconcierto y hasta el temor a decir ese algo que ocultaba, se acercó más a su padre y lo tomó suavemente por los hombros para lograr que la mirara a los ojos.

- ¿Qué es lo que me estás ocultando? - preguntó en un tono de voz a penas audible, sintiendo que su pecho se contraía al igual que su garganta, ¿podía ser que lo que estuviera a punto de escuchar fuera tan terrible?

El hombre que la había aceptado en su familia, como su hija, la miró a los ojos juntando todo el valor que pudo.

- Es tu destino, Blue...-dijo en tono serio, casi formal - Desde que me encomendaron tu cuidado he sabido lo que el destino te tenía preparado, por momentos creí que podía ser mentira, un engaño más para manipular a toda la pobre gente que buscaba liberarse de la Nación del Fuego y regresar a una era de paz y armonía. En otras palabras, fui un tonto al no creer. Ahora he comprobado con mis propios ojos tu poder y el de ese chico. Ustedes tienen una misión que cumplir, el avatar traerá la paz pero ustedes dos y muchos otros jóvenes deben preparar el camino hacia la meta.

Abriendo los ojos con sorpresa, Blue se apartó lentamente de Quent. Primero bajó sus manos de los hombros de éste y luego retrocedió.

- ¿Destino? ¿preparar el camino para que el Avatar logre traer el equilibrio? - preguntaba en voz alta, más confundida que antes - ¿Qué se supone que debo hacer yo? ¿Qué es lo que hará Ryner?

Sonrió nerviosa y pasó sus manos sobre su cabello lentamente pero con notoria desesperación.

- Eso quieres decir que sabes de dónde vengo...¿esa historia de que me encontraste abandonada en la nieve fue todo una mentira? ¡Y yo todo este tiempo creyendo que mis verdaderos padres me habían desechado, que no me deseaban con ellos! Dime, Quent, ¿Quiénes son? ¿Los conociste? ¿Hablaste con ellos?

Quent, que ya había imaginado el torbellino que se vendría luego de lanzar aquellas palabras, cerró los ojos para tranquilizar su mente y lograr el diálogo con Blue.

- Están muertos - respondió solemnemente.

Las lágrimas se agolparon en los brillantes ojos azules de la morena, toda su vida, sus esperanzas, sus sueños cambiaban de repente, se desvanecían dejándola completamente vacía.

- Pero no debes torturar tu mente con todo esto...- agregó él - Toda la culpa y la responsabilidad es mía. Lo único que deseo es que encuentres el camino y logres cumplir tu misión. Por favor, no me tengas rencor ni pienses en mí con odio. Todo lo que hice fue porque deseo que este mundo sea un buen lugar, quiero vivir en paz, junto con el resto de las personas sin tener más miedo a salir y ser atacado.

Blue se quedó unos momentos en silencio, con la cabeza gacha, pequeñas gotas caían al suelo desde la altura de su rostro inclinado hacia abajo. Luego levantó su rostro y secó sus lagrimas ferozmente con su brazo.

- Tienes razón. No se que es lo que debo hacer, a penas puedo decir quien soy...pero si tengo el poder de ayudar, lo haré - respondió con frialdad y firmeza al mismo tiempo - Dime, Quent, me has traído aquí por otra razón. ¿Cuál es?

por **Ryner** Sáb Oct 12, 2013 6:49 pm

Lo que el anciano mayor le tenía que decir a Ryner era de suma importancia, pero mientras ellos discutían al respecto, en el pueblo, unas personas muy elegantes habían llegado al pueblo, con forme iban pasando entre los pobladores los observaban mientras al mismo tiempo tenían unas miradas y expresiones de duda...

No dudaban por sus vestimentas ni por su apariencia, sino más bien para algunos adultos del pueblo, aquella pareja se les hacía familiar, pero no podían recordar quienes eran.

Jia-Li se encontraba comprando en un pequeño puesto de verduras que se encontraba a la entrada del pueblo, de pronto un viejo amigo suyo de la infancia llegó corriendo y casi sin aliento trataba de hablar con ella...

¿Qué te sucede Tao? ¿Acaso se te olvido comprar algo?

No-dijo mientras aún no recobraba el aliento- Unas personas extrañas llegaron al pueblo y...

...Le interrumpió Jia-Li...

¡Espera!... Te das cuenta de lo que dices, muchas personas, en su mayoría extrañas llegan al pueblo con frecuencia...

¡Ya sé! Pero en esta ocasión es diferente, no sé, pero cuando los ví, sentí como sí ya los conociera, tal vez.., deberías verlos, tú eres buena recordando personas...

Umm.., esta bien, iré.., pero te aseguro que han de ser viajeros comunes por eso se ten hacen familiar...

Ja! Espera que los veas y ya no dirás lo mismo...

Tao llevó a Jia-Li en donde se encontraban aquellas personas.., como era de esperarse.., las conocía, estaba muy asombrada, se negaba a creer que se tratara de las personas que se estaba imaginando...

Si los conocemos, ¿verdad? -dijo Tao con una expresión preocupante-

Jia-Li corrió hacia su casa, al llegar, buscó desesperadamente a su padre, él se encontraba reparando unos jarrones...

¡Padre!

¿Qué sucede hija? Te ves muy preocupada...-dijo mientras pegaba unas piezas del jarrón-

No me lo vas a creer pero... creo que los padres de Ryner... volvieron...

¿Qué? ¿Có.. cómo estás segura de eso? Nosotros nunca conocimos a sus padres, ellos.., ellos, solo lo dejaron aquí, jamás los vimos... -tomo asiento y dejó el jarrón que reparaba sobre una mesita que se encontraba cerca-

Yo.., si los conocí, más bien, solo los vi de lejos mientras jugaba con unos amigos, Tao también estuvo allí, él.., él me aviso, aunque él no recordaba quienes eran.., pero yo si pude, los vi dejar a Ryner en las afueras del pueblo, perdona por no haberte dicho antes, creía que jamás volverían después de lo que hicieron...

-suspiró- Está bien hija, no te preocupes, ahora lo único que me preocupa es por qué están aquí...

Como en la mayoría de los casos, posiblemente se tratara de unos padres arrepentidos, o tal vez tenían algo oculto disfrazado de arrepentimiento, las acciones a escondidas de los miembros de familias reales nunca es buena señal.., eso era lo que más preocupaba a Ulrik y a Jia-Li...

Mientras tanto Ryner hablaba con el anciano mayor...

¿Estás listo para saber más sobre tus poderes? Ni siquiera yo se tanto al respecto, pero si se quien puede ayudarte y decirte lo especial que eres debido a ellos.., pero primero tienes que ser aprobado por dicha persona en su mundo, conociéndote, estoy seguro de que no tendrás problema alguno con ellos.

Pero.., ¿Por qué ahora?, ¿Por qué no me habías dicho sobre él y su mundo antes..

Es muy simple.., la puerta no se encontraba aquí...

¿Qué.., qué quiere decir con eso? ¿Cómo que la puerta no se encontraba aquí?

Estos espíritus son muy distintos a los que conoces, ellos deciden quienes pueden verlos, y ahora que la puerta a su mundo a vuelto a nuestro pueblo, te dan la oportunidad de conocerlos y ayudarte con tus problemas, ellos te han elegido por ello debes aprovechar esta oportunidad...

-suspiro- Está bien.., iré a su mundo, solo espero que en verdad me ayuden a rescatar a Tiir.

El anciano mayor sonrió y le mostró el camino que debía seguir para acercarse a la puerta, debía ir solo, por lo que el anciano solo le mostró el camino.

La noche se aproximaba, una luz color violeta con rosa y algunos tonos de azul se iba formando por todo el pasillo conforme Ryner se iba acercando a la puerta.

Ahí estaba.., la entrada a Temno Prizrak, el mundo de los espíritus oscuros, los misterios más grandes se encontraban detrás de aquella gran puerta colorida.., Ryner solo miraba la puerta, su expresión era seria, su determinación por salvar a su amigo le daban fuerzas para enfrentar nuevos desafíos...

Decidido, extendió la mano para tocar la perilla de la puerta y de repente ya estaba dentro de aquel extraño mundo llamado Temno Prizrak.......

por **Blue_Rain** Dom Nov 17, 2013 12:19 am

Quent ya se había liberado de la carga que por tantos años lo tenía torturando su mente. Le había dicho la verdad a Blue. Bueno, gran parte de ella, lo principal para que pudiera avanzar en el camino que el destino le tenía preparado.

La miró tranquilamente, sintiendo que se le escapaba esa niñita que él había criado como su hija, sabiendo que con las palabras que había soltado antes su alma estaba ahora destrozada.

- La razón por la que estás aquí es para conseguir ayuda, mi niña. - hizo una pequeña pausa mirando con súplica los ojos azules profundos de la joven morena - Debes buscar ayuda de los espiritus, en lo que el libro de la luna llama "el paraíso", se que es todo tan repentino, pero a veces la vida, con sus vueltas, nos sorprende y no tenemos más remedio que avanzar...por eso, Mizuki, te lo suplico. No por mí, sino por el bien de este mundo, facilita las cosas allí y luego el avatar se encargará de traer el equilibrio. Ten fe.

Mizuki estaba confundida, era demasiada información para ella en tan solo un día. No sabía que hacer exactamente, por primera vez se veía tambaleante en su propia mente, indescisa y temerosa. Se había enterado que sus padres habían muerto y ahora debía pedir ayuda en "el paraíso" sin tener ni idea de como acceder a ese lugar. Por un momento creyó que Quent había enloquecido, o que quizás todo eso fuera una pesadilla, todo menos que era verdad. Evitaba creer que eso que estaba pasando en aquel momento tenía un ápice de verdad.

- Qué se supone que debo hacer...no comprendo - musitó, con expresión de temor y confunsión a la vez. Quent se acercó más a ella y colocó sus manos sobre los hombros de ella, para reconfortarla.

- No estarás sola, puedo decirte con toda seguridad que no lo estarás...hay más jóvenes como tu, con ese extraño poder, son llamados "los elegidos de la luna". No podrás entrar si no los encuentras primero - explicó el anciano, recordando lo que alguna vez había leído en aquel libro donde se contaba la leyenda de estos jovenes elegidos que debían acceder a "el paraíso" para conectarse con un "mundo nuevo". - Ve a ver al anciano mayor, hará un excepción contigo sólo por esta ocasión, Ryner también debe cumplir una misión pero estuvimos de acuerdo en que le tomará tiempo si no recibe ayuda, por eso, Mizuki...Ve inmediatamente y dile que deseas entrar a Temno Prizrak.

La joven de ojos azules aún no entendía su destino, no podía creerlo, sentía que sobre ella se cernía una responsabilidad que nunca había esperado.

- No hay tiempo...- agregó el anciano con la misma tranquilidad de antes pero haciendo notoria su desesperación por el poco tiempo que tenían, algo estaba próximo a suceder y podía presentirlo, por eso deseaba que Ryner y Blue cumplieran sus objetivos lo antes posible.

- De acuerdo - se decidió Blue aunque realmente no estaba muy segura, para nada convencida con lo que iba a hacer, solo sabía que debía apresurarse ya que Ryner los había dejado hacía ya un buen rato. Se giró y caminó rápidamente hacia dónde el castaño se había ido antes para ver al anciano mayor - Cuando regrese...quiero que me digas toda la verdad, Quent. No más mentiras...Prometelo - dijo deteniendo su paso unos instantes, sin mirar hacia atrás donde había dejado a Quent.

- Te lo prometo, hija - respondió el anciano, y Blue sintió que su pecho se oprimía al oírlo llamarla "Hija", ahora que sabía acerca de sus padres, tenía una sensación extraña, de profundo dolor.

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