El mejor mercado del mundo. {Toph}

Ba Sing Se, la gran ciudad del Reino de la Tierra. Sirina había oído hablar de esta gran ciudad, la cual era capital del Reino Tierra y poseía el mejor mercado del mundo, según la gente que la había visitado alguna vez. La morena había acertado en cómo podría ser esta ciudad, era como se la imaginaba; enorme, claro está, con unos muros que daban sensación de protección, pero esa idea se le desvaneció cuando recordó que en el pasado, un general logró traspasarlos, pero qué importa, eso fue hace tiempo, supongo que ahora estaría a salvo.

Hacía unos pocos de días que había llegado al lugar y ya deseaba contemplarlo y admirar las cosas que tenía, ahora se encontraba en el mercado, en la zona media. La zona media era el lugar de la gente de clase media, podría decirse que la mayoría de la población. Allí se encontraban los mercados, tiendas, restaurantes y de todo, además, la casa alquilada de la chica.

Había salido de su casa e iba de camino al mercado, a ver lo que se encontraba. En las calles habían muchos puestos, de comida, ropa, joyas... y cosas interesantes, pero que a la vez le resultaban un tanto sospechosas; pero qué más da, era el mejor mercado del mundo, ¿no?

En la esquina, habían unas cuantas de chicas más o menos de su edad saliendo de una tienda que había tras ellas, todas eran muy guapas, pero parecían un poco presumidas, es más, superficiales. Se dio cuenta de que la tienda que había tras ellas era de ropa, ropa de aspecto caro, muy hermosas. Escuchó los murmuros de las chicas que pasaban y hablaban sobre una especie de spa cerca de la calle. Las chicas se fijaron en que Sirina estaba asomándose a la tienda, así que echaron unas risas. -Jaja, mira su ropa, no me extraña que quiera entrar.- dijo una de las jóvenes. -Sí, pero eso no arreglará su fealdad.- rió otra. Sirina escuchó perfectamente la conversación, es más, las chicas alzaron la voz a propósito para que la maestra del agua pudiera oírlas.

Sirina frunció el ceño, pero su expresión se tranquilizó cuando la dependienta le dedicó una amable sonrisa preguntándole si deseaba comprar algo. Sirina ignoró la conversación de las chicas superficiales y se adentró en la tienda.

¿Tiendas?¿Cuidad? Que es todo esto, al parecer la pequeña niña consentida, no se puede controlar. La chica se alejo de sus amigos de decidió ir en aventuras. La amaba Ba Sing Se; gente amable y pocas veces carismática. Toph escucho que jóvenes de la Tribu del agua llegaban a comprar, en el que quizás es el mejor mercado del mundo. Ates de entrar un general detuvo a Toph. Puede enseñarme su identificación Quizás sea esto lo que buscas. Toph enseño su pasaporte, el general la dejo pasar con la boca abierta. -Jaja, mira su ropa, no me extraña que quiera entrar.- Miro que unas chicas juzgaban a una morena. Oh, ustedes no son bonitas, mírense que ropa tan antigua; mírense. Las chiquillas se sintieron ofendidas pero la maestra las dejo y se centro en la morena....

Entró en la tienda de los vestidos, pero algo la hizo girarse. Escuchó una vocecita, aguda e infantil, como si fuera de una niña pequeña, y tenía un tono burlón. Vio que era una niña, tal y como había pensando; tendría diez o doce años, era bajita y linda. Tenía el pelo negro corto e iba vestida de color verde, pero le llamó la atención el color de sus ojos, cristalinos. ''¿Será ciega?'' Pensó. Escuchó el comentario que les soltaba a las otras chicas que anteriormente la había insultado, y no pudo evitar soltar una risilla. Resultaba gracioso ver a una cría de doce años enfrentarse a unas niñas mayores, no sólo por el hecho de su edad, sino porque el insulto de las chicas fue tonto y sin pensar, pero aún así la niña quería defender a la morena o simplemente tener el gusto de reírse un poco de ellas. Sirina se asomó más por la puerta para observar mejor la escena. Las chicas hicieron un gesto antipático y se marcharon del lugar. Sirina sonrió de forma pícara y se acercó a la niña. -Vaya, eres muy valiente, chica.- dijo entre risas.

Claro, claro como tú digas.- respondió la chica sarcásticamente. Toph caminó hasta estar a un lado de la morena. Hizo una cara frustración, y acto seguido movió el dedo diciendo: "Ven". Se adelanto por los pasillos de la tienda en busca de algo que comprar. Nada.