¿Tú lo crees?

Esta experiencia, es algo que jamás he podido olvidar.

Una de las veces que más me asuste fue sin duda cuando era un pequeño chico que aún compartía habitación con sus padres. Era un recamara doble dividida por una pared con un arco en medio, yo dormía en una cuna-cama a la edad de al menos 4 o 5 años. Como todas las noches mis padres me dieron su bendición y caí en sueño mientras ellos, en la parte principal de la recamara aún veían televisión. Las horas pasaron y a eso de las 12 o 1 de la madruga me sentí fijamente observado, por lo que de espacio y algo temeroso abrí los ojos para encontrarme con una habitación iluminada tan solo por la tenue luz de mi lampara en forma calabaza. Mis padres dormían y tan solo había silencio, por lo que cerré mis ojos de nuevo para tratar de conciliar el sueño.

Junto a mi cama había un closet pequeño, que era como una habitación muy muy pequeña que se usaba solo para guardar ropa y cosas que ya no se usaban. Sí, de ahí sentí que me observaban por segunda vez, en esa oportunidad la escalofriante sensación de la mirada venia acompañada de lo que recuerdo era el sonido una respiración muy agitada, por supuesto dentro del closet no lograba ver nada. ciertamente estaba muy desconcertado y me daba pena despertar a mis padres para avisarles, era un niño y no sabia bien que pasaba. Permanecí quieto un rato mientras la sensación y la agitada respiración prevalecían allí, no recuerdo por cuanto fue, pero la noche se me hacia eterna.

De pronto, cuando pensé que no seria más que una pesadilla, en medio de la noche se alzó una voz que pronunciaba mi nombre una y otra vez, despacio pero irritante y tenebroso, era una voz casi gutural, muy profunda. ¡Juro que jamás había estado tan asustado en mi vida! Salté de mi cama-cuna a la cama de mis padres que quedaba tan solo a algunos pasos. Desperté a mi madre, la voz se fue y dormí entre sus brazos el resto de la noche. ¿Como sé que no fue un sueño? Pues la noche siguiente, se repitió, esta vez con más fuerza y haciéndo sentir el ambiente mucho más pesado, en esta oportunidad y para mi suerte mi madre estaba despierta y también escuchó la voz que de cierta forma me llamaba, ella también se asusto, y nuevamente me dejó dormir con ella. Lo que termino con esa cosa, es algo que no voy a contar. En mi casa muchas veces vi sombras, escuche voces en mi oreja y un sin fin de cosas más, pero nunca algo como eso.

[Sí, es una casa antigua construida sobre un viejo campo de batalla de la guerra federal de mi país, si caminas unas 12 cuadras más dentro de mi vecindario, llegaras a una vieja zona de apartamentos con muchos terrenos baldíos, zona que solía ser un establecimiento indígena con cementerio incluido.]