Buscando ojos

por **Princesa Azula** Jue Dic 13, 2012 8:38 pm

Nada nuevo…lo mismo de siempre, todos los informes decían lo mismo, mi hermano aun no había encontrado nada relevante. Me intrigaba la idea de que se estuviera acercando nuevamente a su honor, la cercanía de Zhao, el silencio de mi padre en lo referente a todo lo que pasaba…la guerra se mantenía el dominio de la Gran Nación del Fuego no era cuestionada, teníamos casi la totalidad del mundo a nuestro alcance, solo quedaba ese pequeño detalle de Ba Sing Se, la gran muralla que no pudo ser destrozada por nuestra Nación, por el simple hecho de la muerte de mi primo…

Mi primo…- el heredero original de la Nación del Fuego, el verdadero príncipe y mi tío amante del té era el verdadero Señor del Fuego, el gran general Iroh, que insólito e irónico es el destino, ambos lo tenían todo y lo perdieron todo así también, con la muerte de Lu Ten mi tío desistió del asalto al reino tierra, su parte guerrera murió dentro de él, lo que produjo su poca viabilidad para ser el Señor del Fuego, ya que ahora no contaba con descendencia y que coincidentemente mi abuelo sufrió una extraña muerte, lo que hizo que mi padre ascendiera como el único y gran Señor del Fuego. ¿Cómo hubiese sido una simple familiar del Señor del Fuego?, sin poder, sin generar temor entre los súbditos. Que habría sido de Zuzu y de mi si no fuéramos príncipes, acaso nos llevaríamos mejor, el estaría en el palacio con su rostro intacto y nuestra madre, ¿estaría con nosotros?

Esta espera no me estaba agradando, no me podía mover y ver por mi misma lo que pasaba, aun no… debía obedecer a mi padre, el había decidido enviar a ese general antes que a mi, sus razones tendría, no puedo más bien no debo cuestionar las ordenes del Señor del Fuego.

Pero si necesitaba unos ojos tenía que estar al pendiente de los avances y descubrimientos de mi querida familia y los de ese general, aunque creo que ambos coincidían en la , no estaba segura que los encontraría, de pie esperaría que el tan ansiado aliado momentáneo apareciera, ciertamente tenía ojos en todos los lugares, pero necesitaba algo más profesional y certero, no unos simples ojos de soldado que no notarían al Avatar ni aunque lo tuvieran en frente.

Necesitaba un espía, mis maestros no estaban capacitados para emprender esa labor, espero que alguien hubiese escuchado lo que mis maestros ofrecieron en mi nombre, en el bajo mundo, si eran inteligentes alguno de ellos aceptaría mi oferta y se presentaría ante mi, en cualquier lugar en el que me encontrara.