El viaje ha comenzado (Equipo Avatar)

Cuando se dirigian al Polo Norte con entusiasmo, al joven monje se le ocurrió ir a visitar el templo aire del sur e ir a ver a su gente, pensando de que aun seguían vivos, aunque la realidad era otra. Tanto Katara como Sokka sabían que solamente quedaba Aang como único maestro aire y que la Nación del Fuego había aniquilado a todos los monjes de los templos. Un aire helado recorrió el cuerpo de la joven quien podía observar la alegría del avatar pero que no se atrevía a decirle que en verdad no encontraría nada mas que el templo sin sus moradores y con algunas huellas de la matanza que ocurrió en aquel sitio. La joven trata de sonreír y compartir la alegría del monje

Katara: *con una sonrisa, pero no era como otras veces* Debiste querer mucho al Monje Gyatso, quien era el, tu amigo?

Sokka: *tratando de seguir un poco el ambiente pero con preocupación* Debió ser alguien importante para Aang... Ummm me gustaría saber como era el juego que tenían *hace un gesto de satisfacción*

La joven escucha atenta al monje quien dice que después conocerán el templo del este donde solo están las chicas nomadas aire, aunque sabia que si no encontraban algún rastro de vida en el templo aire a donde se dirigían, menos encontrarían vida en los otros templos. Era medio día, el sol estaba en el cenit de la esfera celeste iluminando todo el lugar con su cálida luz, luz que se reflejaba en los tres jóvenes quienes viajaban con el bisonte volador del monje; pronto dejaron de ver agua y comenzaron a verse grandes montañas por todos lados, los cuales indicaban que estaban muy cerca de su destino. El joven monje irradiaba una felicidad enorme porque por fin, después de tanto tiempo, visitaría a sus amigos a quienes extrañaba enormemente, por otro lado, la joven de la tribu agua al igual que su hermano sabían que se acercaría un golpe muy fuerte para Aang, la joven quería creer que todos los relatos que había escuchado sobre el holocausto de los nomadas aire era una mentira y que solo no quisieron ser parte de la guerra. Sokka se acerca a donde se encuentra la joven y la observa preocupado.

Sokka: Katara... *en voz baja le habla a su oído sin que el joven monje se de cuenta* tu sabes lo que va a ocurrir verdad? aun así quieres que vallamos a ese lugar? *pone un rostro de intriga*

Katara: *También se acerca al oído de su hermano y le susurra sin que el monje se percate* Se lo que puede pasar Sokka, pero... Pero, no podemos arruinarle su felicidad de que después de cien años quiera volver a su hogar, aunque.... *mira al suelo*

En eso el joven maestro aire pega un grito avisando que ya veía el templo en el frente a lo cual la joven pega un salto y mira al joven monje y le sonrío, por otro lado, su hermano pensaba en la reacción del monje cuando se de cuenta que no encontrara a nadie... La joven le pega un golpe a su hermano para que deje de pensar cosas y se acerca a donde esta el monje .

Katara: Ese es el templo? Wow es hermoso *con un rostro de asombro*

Sokka: Haber, déjenme ver... *se acerca al lado de su hermana para ver el templo*

El reflejo del Sol en el templo hacia de la vista del sitio un hermoso lugar donde ni parecía que la hubieran tocado las crueles manos de la guerra, ya se podía notar que la brisa fría del polo no se sentía, ahora se sentía la brisa fría pero al mismo tiempo cálida de las montañas con un dulce aroma a arboles y flores.

Al ver las condiciones del templo, tanto Katara como Sokka sabían en motivo real y solo justificaban la realidad de los nómadas aire. Después de que el joven monje decide ir a buscarlos, la joven de la tribu agua comienza a seguirlo arduamente pero posteriormente la joven se detiene pues encuentra algo familiar. Sokka que también iba siguiendo los pasos de ambos jóvenes se detiene al ver la drástica detención de su hermana y dirige la mirada a aquel objeto familiar que vio Katara y con impresión le habla a su hermana.

Sokka: *Observando fríamente aquel objeto* Es un casco de la Nación del Fuego... Entonces... *Toma un poco de aire y pone una mirada bien seria* Es cierto lo que nos contaban sobre los nómadas aire. Katara, Aang debe de saber la verdad sobre su gente... *Dirige su mirada a su hermana* Si no le decimos, él por si solo se dará cuenta de la realidad...

Katara: *Observando el casco con un rostro de tristeza* No puedo creer que en realidad paso esto... *Al escuchar las palabras de su hermano decide voltear y mirarle el rostro, la joven se encontraba afectada* Sokka, no podemos decirle esto, si él llega a ver esto no sabremos como reaccionara a ello... Es preferible que no vea esto...

La joven , aprovechando que había un poco de hojas secas alrededor del casco, las toma y las pone arriba del casco para taparlo a vista de su hermano Sokka quien estaba completamente en desacuerdo por no decirle las cosas al joven monje. Posteriormente ambos hermanos escuchan la voz del monje quien los llamaba. Tanto Katara y Sokka van corriendo rápidamente a donde se encontraba Aang y llegan a una habitación que se encontraba cerrado. Ambos jóvenes se quedan mirando aquella habitación con algo de duda puesto que no sabían que podían encontrar en el interior, además de eso, Sokka ya estaba sintiendo hambre y esperaba que atrás de esa puerta hubiera algo de comer. La joven al ver el rostro, como la mirada profunda del joven monje decide dirigirle la palabra...

Katara: *Observando atentamente el rostro del joven monje* Que es lo que hay en aquella habitación cerrada Aang?? *Deja de observarlo y dirige su mirada hacia la habitación* Crees que encontraremos algo allí dentro...

Sokka: Ojala que sea comida porque tengo algo de hambre y ya mi estomago me está pidiendo a gritos algo de alimento. *Dirigiendo su mirada algo desesperada a la puerta de la habitación* Recuerden que no hemos comido nada y necesitamos alimentarnos de algo...

Ambos jóvenes de la tribu agua querían saber lo que había del otro lado de aquella puerta y esperaban que allí dentro no vieran algo desagradable y que por ello el joven maestro aire se enterara de la realidad de su pueblo, de aquel macabro crimen organizado contra personas inocentes. La joven estaba esperando atenta lo que haría aquel monje con la puerta ya que tenía un mecanismo especial para poder abrirla, aunque aquel monje esperaba que detrás de aquella puerta pudiera ver a alguna persona de su pueblo.

A la acotación de Sokka, entramos a aquella habitación que el joven monje abrió con su aire control y lo que había era una gran habitación llena de estatuas que estaban formadas en orden desde la parte más alta de la habitación hasta donde estábamos. Era una vista impresionante y majestuosa...

Pensamiento: Menos mal que este sitio no fue destruido por los de la Nación del Fuego... Hubiese ido terrible si esta habitación...

En eso escuche a Sokka algo molesto puesto que no encontramos comida, a lo cual me dio algo de risa... Solo pensaba en zacear su estomago. Por otro lado, observaba el rostro de Aang. Me daba mucha felicidad verle así, contento, aunque, me sentía culpable de no decirle la verdad...

Katara: Aang, Tu sabes que son estas estatuas?? Podría ser que sean tus antepasados?? *Con su mirada profunda, observaba al joven monje*

En eso que Aang contestaba lo que le pregunte, mire nuevamente las estatuas y de cierta manera, me sentía con algo de tristeza... Como podría acercarme a Aang y decirle la verdad?? Era algo que latía muy fuertemente en mi mente...

De repente vi una sombra algo extraña y pensé por unos instantes que era algún soldado de la Nación del Fuego, pero, al darme vuelta, vi a un ser con grandes orejas, blanco con rayitas cafés, de grandes ojos... En realidad, parecía un monito y a decir verdad, era la primera vez que veía algo como eso...

Sokka: *Se da Vuelta al igual que Katara para observar aquel ser* Que es eso?? En verdad es la primera vez que veo algo como eso...

Katara: *Asombrada igualmente viendo al ejemplar* Es cierto, es primera vez que veo una creatura tan linda...

En eso, Aang también se da vuelta para observar aquel ser... De seguro, él lo conoce y nos pueda decir que es...

Una figura extraña se acerco en la cámara en donde se encontraban los tres jóvenes, inmediatamente el monje reconocio la figura de este espécimen ... un lemur-murciélago de cola anillada, es extraño ....... encontrar un espécimen tan lejos de su habitad generalmente estos lemures habitaban en algunas cuevas en las afueras del templo

Ehh!? ......... ¡¡¡¡ un lemur-murciélago !!!! ..... ven amiguito no te haremos daño ven aq - El monje se acercaba lentamente al lemur cuando Soka se adelanto y corrió hacia el animal

Sokka: ¡¡¡ Comiiiidaaaaaa !!! - Se abalanzaba mientras el animal emprendía vuelo al sentirse amenazado .....

El joven monje corrió para detener a Sokka - Detente Sokka, ya encontraremos que comer después .... - y al ver que no se detenía, hizo un circulo con sus manos balanceando y manipulando las corrientes de aire acumulo cierta cantidad de aire en sus manos para luego dirigirla a sus pies, formando una patineta de aire 

El monje se le adelanto rapidamente a Sokka por su tecnica de aire control - ¡ No es justo ! - Chillo Sokka al ver que perdia la ventaja, a la par el lemur al observar esto emprendió vuelo mas alto burlando la colina que separaba a los dos jóvenes del abismo, el monje debuto la técnica de aire y salto hacia la primera roca que se encontraba en la bajada de la colina en un intento de seguir el ritmo a el animal 

Sokka: ¡ A claaaaro, por supuesto ! - Defendía su impotencia con sarcasmo ante la técnica de aire control de Aang

Rápidamente bajaba las rocas de la empinada cumbre con saltos largos, con su aire control vencía la gravedad al bajar largas distancias hacia el piso, el pícaro lemur avanzaba abriéndose paso entre arboles y rocas hasta que se detuvo al llegar al suelo, con rapidez avanzó hacia una construcción

¡Te encontré! - El monje aterrizo suavemente en el piso corriendo hacia donde se había metido el animal, abriéndose paso entre la tela que cubría la entrada el monje entró y su sorpresa fue tan grande que entró en shock, habian muchos esqueletos, armaduras de la nación del fuego desechas y carcomidas por el oxido

No ........  

El monje dando torpes pasos recorría el lugar,había varias ropajes de monjes que fácilmente reconoció, mas armaduras de la nacion del fuego, cascos rotos, lanzas y espadas oxidadas por el paso del tiempo 

Un rayo de luz alumbraba con una tenue luz un esqueleto, tenia ropajes de monje, se podía distinguir claramente un collar de madera que colgaba de su cuello .... tenia unos símbolos característicos del templo del aire del sur

Rápidamente se le vino a la cabeza del monje algunos recuerdos con el monje Gyatso..... ese collar se lo había elaborado como regalo, hace mucho tiempo, era un símbolo de agradecimiento, lealtad y cariño

¡ No ! - las lagrimas brotaron inmediatamente por los ojos del monje - No ...... no nooooo !!!!!!!!!!!! se arrodilló frente a esta escena sin lugar a dudas el monje había descubierto la tumba del que una ves fue su maestro, su instructor, su amigo, considerado muy especial tan especial como ....... un padre

Al parecer el joven monje sabia muy bien que era esa criatura, pero debido a la ocurrencia de Sokka, el ser se espanto y comenzó a huir siendo perseguido por Aang. Mi hermano y yo comenzamos a seguirlo rápidamente por los caminos del templo hasta que encontramos una construcción y decidimos entrar. Una vez dentro se me desgarro el alma de ver aquella imagen... Armaduras de la nación del fuego esparcidas por todas partes y un cadáver al medio que era iluminado por la luz del Sol. Aang estaba allí arrodillado, se podía sentir su dolor y fue tan hondo que me hizo recordar aquel cruel día cuando la nación del fuego me había arrebatado a mi madre... Solo reaccione a tocar mi collar con una de las manos y acercarme al joven monje quien gritaba por el dolor que sentía en su corazón...

Aang... Se lo que estas sintiendo ahora... *Con unas de mis manos toque el hombro del joven tratando de consolarlo* Se que debimos...

No alcance a terminar la frase cuando una fuerte ráfaga comenzó a sentirse por toda la habitación e iba creciendo rápidamente... Fue tanto que aquella misma ráfaga me tiro lejos y mi hermano fue a socorrerme...

Sokka: Katara, te encuentras bien?? *Miraba algo preocupado a la joven y al mismo tiempo lo que estaba ocurriendo* Vez, sabia que teníamos que decirle lo que había pasado... Ahora esta enojado y esta perdiendo el control de si mismo...

En eso, la joven se apoya en su hermano para ponerse de pie y decide contestarle...

Aang perdió el control de si y tengo que ayudarlo... No puedo dejarlo así... No puedo Sokka... *Comienza a caminar con dificultad debido a las grandes ráfagas de viento y trata de acercarse al joven monje quien había entrado a estado avatar por el shock de ver a su amigo, el Monje Gyatso*

Sokka trata de detenerla, pero no puede acercarse y solo atina a gritarle...

Sokka: Katara, regresa... Aang perdió el control de si mismo y te puede hacer daño así como esta... Katara!!!! *Grita con mucha fuerza debido a la preocupación por lo que estaba ocurriendo*

La joven continua acercándose sin escuchar las palabras de su hermano... Solo quería llegar hasta donde estaba el joven monje y tranquilizarlo de alguna manera... Como vio que ya era muy difícil, decide gritarle con toda su voz...

Aang, por favor escúchame lo que tengo que decirte... *Con una de sus manos se agarra fuerte de un soporte y con la otra sostiene el collar de su madre* Se que debimos decirte las cosas, pero no queríamos hacerte daño... Yo se lo que se siente perder a alguien... Yo también sentí lo mismo que tu sientes ahora... *Respira y siente un nudo en la garganta, pero continua hablándole* Pero no estas solo Aang, todos tus amigos monjes siempre estarán contigo y ademas... Ademas... Ahora estamos Sokka y yo y te queremos... Somos tu familia ahora...

De los profundos ojos de la joven de la tribu agua emana unas lagrimas que caen en el suelo. Sokka observaba en silencio la escena, mientras las armaduras oxidadas volaban y aquella construcción estaba sucumbiendo a las fuertes ventiscas, pero algo comenzó a pasar... De pronto aquel fuerte viento empezó a disminuir y el cuerpo suspendido del joven monje comenzó a descender, lo cual aprovecha la joven de la tribu agua para acercarse a el rápidamente y tratar de tomarlo. Lo único que deseaba la joven en ese momento era de que el joven monje volviera en si y se calmara... Aun derramaba lagrimas de sus ojos mientras logra sostener al joven monje inconsciente sobre sus brazos... Al parecer, las palabras de aquella joven de la tribu agua hicieron efecto en aquel enfurecido Avatar...