Todo por la causa. (IV)

Pasadas dos semanas del ataque a aquel soldado, de tomar caminos alternativos para llegar al trabajo, de esquivar soldados de rojo, de andar camuflado, triste, dolido, por tener que estar así en mi propia tierra, de fríos e intensas lluvias caí enfermo de gripe; tal vez ayudado por mi estado emocional. No me sentía para nada bien.
Todo seguía igual en la capital del Reino Tierra, mi reino a quien amaba y tenia devoción. Los soldados causaban cada vez más angustia en mi gente. La falta de humanidad del enemigo iba despertando en mi una rabia que nunca había sentido, que saciaba levemente imaginando con Harley ataques a los invasores aunque trataba de que no se incentive mi amigo y llegue a hacer una locura irreparable.
Por la tarde, como de costumbre vino Harley, pero esta vez acompañado de su madre. Ambos se quedarían a comer en mi casa. Harley entro  a mi habitación como de costumbre me saludo y se sentó en una especie de banqueta hecha por mi de joven en el trabajo.

Harley: *Bostezando con la boca como león alce dientes de sable* Ooohh! ¡Que sueño y hambre tengo!

Ohkaru: *Mirándolo con cara de pícaro y tratando de hablar de algo positivo* ¿Como es que siempre tenes sueño? ¿No te estarás viendo con la chica guapa del almacén no? jaja *Trataba de cambiar un poco de tema ya que ultimamente de lo único que hablábamos era de soldados, guerras, muerte, dolor, venganza. No quería que nos llenemos de estas cosas que te oscurecen el alma poco a poco* ¡Vamos! Contame, soy tu mejor amigo ¿No?

Harley: *Miro al suelo y se sentó erguido* Ohkaru no te enojes. *Ya me estaba preocupando pero disimule* ¿Te acordás cuando golpeaste a ese soldado?

Ohkaru: ¿Como olvidarlo? ¡¡Fue genial!! *Trataba de no mostrar mi preocupación*

Harley: Lo que hiciste esa mañana me despertó el valor y el saber de que no son invencibles y...

Ohkaru: *Ya mi cara había cambiado* No des tantas vueltas ¿Que haces de noche?

Harley: ¡Esta bien! *Me dirigió la mirada algo enfadado* ¡Los ataco! ¡¡Me oculto en las sombras esperando que pasen y ataco soldados. Cualquiera de ellos puede haber sido quien se llevo a mi padre!! ¡Eso!

Ohkaru: *Quede mudo, pues, ¿Que podía decirle? ¿Que no era lo mejor? No dejaría de hacerlo. Lo conozco. Y lo que mas me paralizo fue que detrás de su fastidio pude notar su dolor, toda su angustia, su pena y mi mirada cambio nuevamente pero esta vez por una de tristeza* Hermano... *Mientras me acercaba lentamente vi rodar una lagrima por su mejilla, aun no me miraba* Sabes que siento realmente la perdida de tu papa...

Harley: Realmente no sientes lo que yo.

Ohkaru: *Empezaba a sentir como se anudaba mi garganta* Pero el hecho de atacar a esos desgraciados no te devolvera a tu padre ¿Piensa que hara tu madre si te pasa algo?

Harley: *Ya mirandome* No dejare de hacerlo. Si quieres apoyarme bien y si no te entiendo. *Se creo un silencio y pensé en todas las personas de mi tierra, en el sufrimiento en las miradas de la gente que cruzaba por la calle, en mi familia y por sobre todo en mi mejor amigo. No pensaba perderlo*

Ohkaru: *Me acerque mas aun y lo abrace* De ahora en mas si sales, no lo hagas sin mi ¿Escuchaste?

Harley: Gracias hermano. Sabia que entenderias. *Ya soltandome y largando una sonrisa* De hecho robe dos caballos avestruz a unos rufianes la otra noche. El tuyo se llama Finn.

Ohkaru: *Sonriente* Finn eh... ¡Creo que me gusta!

Luego de la charla bajamos y comimos todos en familia. Nos acostamos, obviamente se quedaron a dormir no sea cosa que de regreso sean interrumpidos por soldados de la nación del fuego.

Harley: Tu y yo dandoles palizas a esos abusivos ¿Como la ves?

Ohkaru: No lo se, te tendría que defender todo el tiempo... *De inmediato sentí un zapato golpear mi cabeza*

Harley: Callate mejor.

Ohkaru: *Los dos mirabamos el techo* ¿Sabes? Creo que es el momento de usar las espadas que me regalo mi abuelo. Las estaba guardando para un momento especial. *Ya estaba entusiasmado con la idea*

Harley: *Ya con sueño* Ya calla. Vos estas enfermo, pero yo mañana trabajo.

Ohkaru: Pfff... Cierto que el señor no duerme de noche. Duerma señorita. Ah, por cierto mañana quiero conocer a Finn. *Ni me contesto. Decidi también dormir*