Nuevas amistades (Peque - .Fani.)

por peñita ita Jue Ago 29, 2013 6:38 pm

Resulta que mi viaje se ponía cada vez más extraño. Hace unos días había tenido aquella escena con una mujer que ni siquiera tuve el tiempo suficiente como para preguntar su nombre. Ella me había sugerido viajar juntas pero, al hablar del tema, descubrimos que ambas teníamos caminos y perspectivas muy diferentes. Eso no ayudaría en nada si viajáramos juntas, por eso, nos deseamos suerte y continuamos nuestros caminos… cada una por su lado.

Y así, me vi obligada en pensar en cual lugar me metería en problemas ahora. Ba Sing Se estaba cerca, su distancia era tan tentadora que no logre resistirme y regrese a la gran ciudad. Sabía que si me encontraban o reconocían me vería en serios, serios problemas… todo por aquella maldita manzana que robe cuando me marchaba del lugar. Pero ahora que lo pienso, las demás ciudades y pueblos tienen una agotadora distancia que en estos momentos no tengo las suficientes ganas para recorrer, así que decidí regresar para descansar y poder continuar con mi viaje sin rumbo.

Ahora, por lo que veo y recuerdo de esta gran ciudad, me encuentro en la zona media de Ba Sing Se, tengo hambre y debo encontrar la solución para calmar mi dolor estómago. Para mi suerte, por aquí hay muchas tiendas en las que puedo conseguir comida fácil. Luego de inspeccionar el lugar con la mirada, logre divisar un pequeño puesto de pastelillos… -Perfecto-. Me dije en voz baja para luego dirigirme a aquel inocente puesto. Camine disimuladamente hasta el hombre que se encontraba allí y logre engañarlo tocando su hombro derecho, para distraerlo, mientras tomaba un pastelillo del lado izquierdo… -Me pregunto por qué la gente es tan boba hoy en día-. Pensaba sonriente mientras comía mi reciente robado pastelillo y comenzaba a caminar nuevamente. Quería ir a algún lugar tranquilo en el que pueda descansar y dormir un rato. También me preguntaba en que era lo que iba a hacer el resto de mi vida, admito que viajar por todo el mundo sin que nadie me diga que hacer, es lo mejor que me ha pasado hasta ahora, pero aun así no sé qué será de mi cuando me convierta en “adulta”… tendré que trabajar y solo con pensarlo me dan escalofríos.
Mientras pensaba, no era muy consciente de que me encontraba caminando entre medio de una multitud de personas y pague por ello: Sentí como alguien golpeaba mi hombro haciendo que mi querido pastelillo callera al suelo y sin siquiera pensarlo dos veces, me dirigí a aquella persona.
-Oye, fíjate…- dije sin tono agresivo ni enfadada, solo estaba un poco molesta.
Para mi sorpresa, la persona que había golpeado sin intención mi hombro, no era más que una niña que parecía de mi edad, apenas más alta que yo y, por último, llevaba ropas de la Tribu Agua.

por **.Fani.** Dom Sep 01, 2013 8:24 am

Encuentros y Desencuentros
- Creo que no me queda otra elección- suspiré con pocas ganas.
- Vamos, ¡Alégrate! Allí hay muchísimos lugares mas para visitar que aquella isla a la que tanto deseas ir- dijo mi hermana con entusiasmo.
- Creo que después de todo, lo mejor es pasarla bien todos juntos- respondí intentando entusiasmarme con ella.
Mi familia y yo nos encontrábamos en el Reino Tierra desde hace un par de meses. Sin embargo, no íbamos a dejar que nuestra visita se basara en un solo sitio, por lo cual, decidimos recorrer otros lugares. Yo quería ir a la Isla Kyoshi pero el resto quería ir a Ba Sing Se. Luego de perder en la votación común, preparamos nuestras cosas y empezamos nuestro viaje.
- ¡Mira Fani! ¡Aquí hay un montón de restaurantes y comercios a dónde ir! ¿A cuál deberíamos ir primero?- me preguntó mi hermana extremadamente feliz.
- Tranquila, tardamos un par de días en llegar y estoy agotada, ¿qué tal si lo dejamos para otro día?
- Aburrido- replicó.
- Ya sé que estás emocionada de ir a todos lados, pero todos estamos cansados, no solo Fani. Mañana vamos a ver algunos comercios, ¿qué te parece?- le respondió mi madre a mi hermana.
Y por primera vez, todos pudimos dormir plácidamente en aquella pequeña casa en la que nos estábamos hospedando. Era bonita, tenía ese estilo del Reino Tierra imposible de describir. Como mi madre había prometido, hoy salimos a conocer un poco la ciudad de mañana a tarde.
- Chicas, necesito hacer unas compras, ¿podrían seguir recorriendo el lugar sin meterse en problemas? Nos encontraremos en este mismo lugar dentro de unas horas. Tomen, aquí hay un mapa por si se pierden.
- No te preocupes, estaremos bien- le dije a mi mamá sonriendo despreocupadamente. Agarré el mapa y ella desapareció de mi vista en cuestión de segundos. Había mucha gente, demasiada para mi gusto.- Bien, ¿adónde crees que deberíamos ir primero?- No podía creerlo mi hermana también había desaparecido. Ella es mayor que yo y aún así tenía que estar cuidándola. ¿Qué cree que va a poder hacer ella sin un mapa? Quizá me preocupo demasiado, empecé a buscarla.
Logré divisarla en un par de minutos, aunque fue un poco difícil por la muchedumbre imaginé que se encontraba en un puesto de comida, y allí estaba. Corrí lo mas rápido posible para evitar que se meta en problemas, la conozco y sé que nunca tiene dinero. Ciegamente, me choqué con una chica que parecía de mi misma edad y tiré inintencionadamente el pastelillo que tenía en su mano, al suelo.
- Oye, fíjate...- Tenía ropas del Reino Tierra, por lo cuál, deduje que era de aquí. Parecía un poco molesta por lo que hice. Me pregunto cuánto le habrá costado.
- P-p-perdón- balbuceé- es que estaba buscando un lugar para nadar, si eso, nadar- ¿Acaso era estúpida? Todo el mundo sabe que no hay muchos lugares para nadar en Ba Sing Se, o por lo menos uno que conozca una visitante que había estado allí desde apenas unos días. Estaba acostumbrada a que en la Tribu Agua, sin importar la temperatura de esta, podías nadar en cualquier lado y aquí no. Creó que notó ese detalle de mi parte.
- Oye, tu sabes que...- empezó a decir mirándome con cara extraña.
- Sí, si lo sé- busqué a mi hermana con la mirada otra vez. Increíble aquella chica parecía un fantasma, ahora estaba en un puesto de artesanías- Por cierto, ¿sabes de algún lugar del que podamos disfrutar mi hermana y yo? Ya sabes, somos nuevas aquí y...- ¡Adivina que sucedió, desapareció devuelta! ¡Y eso que intenté no desviar mi mirada de ella!
- Y....- me miró con cara de intriga.
- Y... mi hermana desapareció- Suspiré, se me estaba acabando la paciencia- ¿Podrías ayudarme a buscarla? Claro si tu quieres...
No tenía mucho tiempo, si mi madre se enteraba que nos separamos, nos mataría. Estaba desesperada y antes de que pudiera darme cuenta, el mapa que tenía desapareció de mis manos, alguien me lo había robado. No podía adaptarme a un lugar con tanta gente, necesito de alguien que sí conozca el lugar. Dí sí, por favor...

por peñita ita Mar Sep 03, 2013 4:53 pm

Bueno, mi día se pone más interesante de lo que pensaba.
Que extraño, alguien pidiendo mi ayuda, me pregunto ¿Cómo poder ayudarla? No suelo hacer estas cosas pero… veamos qué puedo hacer por ti.
-Pues, tengo algo de tiempo libre así que veré lo que puedo hacer.-dije mirándola sin expresión alguna. –Yo la buscare así será más rápido. Dime como es tu hermana… me refiero de altura y peso- le aclare esto último por si acaso. Por lo general cuando preguntas a alguien como es otra persona comienzan con el color de cabello, ojos, su ropa bla bla bla… cosas inútiles que no me servían de nada para buscarla con ayuda de Tierra-control.
-Bueno, mi hermana será de esta altura más o menos…-me respondió mientras marcaba con su mano una estatura de un metro y cincuenta centímetros aproximadamente. No era muy alta. -Y de peso… pues… estará pesando unos 55 kilogramos, no lo sé muy bien- continuo.
-Bien, supongo que con eso basta- dije mientras me alejaba unos pasos de ella y toda la molesta muchedumbre. Luego, de cuclillas, pose mi mano en el suelo, suspire, cerré mis ojos y me concentre unos segundos para intentar sentir algunas vibraciones de aquella persona que tanto buscaba la muchacha. Para ser sincera, me costó bastante identificarla ya que la cantidad de gente junta no me ayudaba en nada, pero increíblemente lo logre. Pude sentir a alguien que reunía los dos requisitos de altura y peso y, por suerte, no se encontraba muy lejos de donde estábamos.
-Creo que la encontré…- dije mientras me ponía de pie -Y si no me equivoco, se encuentra por allí, ven- acto seguido comencé a caminar rápidamente para que la persona que buscábamos no volviera a desaparecer. La verdad que no me gustaría estar jugando a las “escondidas” por la ciudad más grande del planeta.
Luego de caminar unos metros y pasar grandes tiendas repletas de gente, dirigí mi mirada a una hermosa fuente que decoraba el centro de un pequeño parque donde habían varios niños jugando. Note a una muchacha sentada felizmente junto a la fuente.
-Oye… ¿No es ella?- pregunte señalando a aquella joven a lo que la niña que me acompañaba asintió con la cabeza y camino hasta ella. Yo, por otro lado, me quede allí parada… mirándolas con una sonrisa que se dibujaba sola en mi rostro. Hace bastante que no ayudaba ni pedían mi ayuda, ya que siempre me la paso metiéndome en problemas y lo único que quieren las personas es que desaparezca de su “territorio” y, para ser sincera, ya casi estaba comenzando a olvidar este alegre sentimiento.
Me pregunto… ¿Quién será esta niña?

por **.Fani.** Mar Sep 03, 2013 7:20 pm

-¡No haces nada mas que meterme en problemas!- le grité a mi hermana- ¿Sabes lo difícil qué se me hace a mí pedirle ayuda a una persona desconocida? Soy tímida y lo sabes…
-Tranquila, apenas mamá te dio el mapa dije que estaría por aquí.
-¡Eso no es verdad! Tú solo te marchaste sin dejar ningún rastro. Además, el preciado mapa que mamá nos dio me lo acaban de robar.
-Siempre tan distraída, no me molestes.
Mira quién lo dice, pensé, típico de ella. Este lugar ya me estaba hartando, demasiado gente. Y eso que no ha pasado mas de una semana desde que llegué aquí. Voy a intentar tranquilizarme y acomodarme en este lugar. Luego de la innecesaria discusión, nos dirigimos a lo que a mi punto de vista, parecía un palacio. O tal vez era solo una casa normal de la clase alta. Sin embargo, podía verse desde muy lejos así que no fue mucho problema ubicarnos, claro con la ayuda de la chica que acababa de conocer.
-Disculpa, sé que te estoy pidiendo muchos favores y realmente gracias por ayudarnos. Por favor, ¿Puedes guiarnos hasta allí?
No parecía muy interesada al respecto y puso una expresión difícil de interpretar, pese a que no se opuso. Caminamos juntas hasta allí. Afortunadamente, el día se volvió mas tranquilo junto con el gentío. Aún tenía muchas dudas sobre aquella niña. Me daba una pequeña, muy pequeña, sensación de confianza que era poco común en mí; ya que, no confió mucho en desconocidos. Este lugar me está empezando a gustar.

-¡Oh no! Se está haciendo tarde y mamá estará allí pronto- me di vuelta lo mas rápido que pude hasta que sentí una sensación extraña. Ahora que lo pienso, no comí hace mucho tiempo y me está empezando a doler la cabeza. Todo se volvió borroso, pero aún así pude apreciar el atardecer.- Qué bonito- suspiré.

por peñita ita Lun Sep 09, 2013 6:41 pm

"Guiarlas… ¿Otra vez?" me preguntaba a mí misma para luego comenzar a caminar nuevamente.
¿Realmente acepté ayudarle una segunda vez? Que extraño.
En fin, ahora íbamos rumbo a aquel enorme “edificio” que sobresalía de los demás. Su distancia no era muy lejana pero, aún así, con toda esta molesta gente será un trabajo llegar hasta allí. Entre las personas descuidadas y torpes que caminaban golpeándote como si no existieras y el insoportable calor que provocaba estar en multitud , se nos pasará un tiempo en llegar. Que lastima para mí porque comienzo a tener hambre de nuevo… creo que ese cuarto de pastelillo (ya que la otra parte terminó en el suelo) no me ayudo en nada. Pero ahora que lo pienso, tal vez pueda quitarle un poco de comida a esta chica… digo, ya que tuve la amabilidad de ayudarla dos veces, podría ganarme algo para mi viaje.
Ya habíamos caminado bastante y aquel lugar se veía cada vez más y más cerca, hasta el punto en que terminamos n la puerta principal. Mire alrededor y estaba todo rodeado por hermosas flores y arboles con hojas de colores. Luego dirigí mi mirada a la niña que había “conocido” hace unos momentos y me pareció un poco extraño su estado: se tomaba la cabeza con una de sus manos y parecía estar dispersa, sus ojos se desorientaban y le costaba pararse derecha.
-Oye… ¿Te encuentras bien?- pregunté mientras me acercaba a ella, pero al hacerlo lentamente cayó de rodillas al suelo.
-¡Fani!- gritó la niña que habíamos encontrado hace poco. Corrió hasta ella y la tomo de un brazo para ayudarla a levantarse, pero parecía que le costaba un poco.
-¿Quieres que te ayude?- pregunté nuevamente. Demonios, espero que esto de “ayudar” no se convierta en un habito, pensé.
Ella aceptó, por lo tanto ambas ayudamos a caminar a la niña que, por lo que oí hace unos momentos, se llama Fani.
-Entonces ¿Ustedes se están hospedando aquí?– tenía curiosidad y la pregunta se me escapó de los labios.

por **.Fani.** Lun Sep 16, 2013 6:15 pm

Luego de la incómoda pregunta, me animé a responderla. No nos estábamos hospedando exactamente allí, sino en la pequeña casa que estaba detrás. Aunque no la culpo, con semejante palacio al lado nuestra residencia parecía invisible. Pero eso ya no importa, teníamos que juntarnos con mi madre en tan solos unos minutos. Creo que me meteré en problemas.
-Fani, ¿Tienes algo de dinero? Es que tengo hambre y yo no tengo nada.
- Sí pero no nos alcanzará mucho.
Pude notar como de repente la chica que estaba al lado mío tomó interés en la conversación. Claro, que tonta soy, tiré su pastelillo al suelo y lo olvidé completamente. Debe estar hambrienta. Fuimos a un puesto que vendía galletas, estaban baratas así que compramos dos bolsas medianas.
-Oye, ¿Quieres una?- le pregunté a la chica- Gracias por ayudarnos, enserio. Por cierto, ¿Cuál es tu nombre?
-¡Fani! ¿Qué estabas haciendo? Te esperé media hora- Esa voz. Así que mi mamá nos estuvo esperando media hora, díselo a mi hermana. En todo caso irrumpió la conversación que tenía con la chica. Fue interesante estar con ella aunque fueron tan solo unos momentos. No sé cuánto tiempo seguiremos juntas. Con ver su expresión no parecía una persona que le gusta ayudar a los demás, sin embargo, conocía muy bien el lugar. Creo que lo mas probable sería que nos volvamos a encontrar.

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