El inicio de mi vida

por **ChaKie** Mar Nov 26, 2013 10:46 pm

A pesar de haber nacido en la Tribu Agua del Norte, no me pase la mayor parte de mi vida allí.

De pequeño siempre me interesaron las plantas, pero como se podrán imaginar, en el hielo no crece mucha vegetación, salvo por los pinos, así que apenas pude independizarme de mis necesidades empece mi viaje. Obviamente lleve mis ciruelas de mar.

Desde mi hogar viaje en hielo hasta el Templo Aire del Norte, como subi hasta ahi, es algo que no me enorgullece, asi que no les voy a contar. En este templo y en los otros 3(ya les voy adelantando) encontre unas tradicionales manzanas y una peculiar y especial flor. El Loto Blanco.

Habiendo recolectado suficientes especimenes de estas 2 plantas, segui mi viaje. Por logica geografica, segui hasta Ba Sing Se. El reino tierra es muy extenso, asi que sacando el obvio encuentro desafortunado con los maestros arena, voy a resumir que encontre en estas tierras:
Bayas Bacui: muy interesantes, sirven para curar el veneno de la planta de Jade Blanco. Infaltables en el botiquin de cualquier maestro en la sanación.
Cactus: increiblemente, estan compuestos 80% por agua.
Junte un par de Nueces Litchi, despues de pelear contra un simpatico lemur volador.
En la boca de un volcan, casi al borde de caer a la lava, pude conseguir una Azucena Panda. No le digan a nadie, pero la voy a guardar para alguien especial.

Algo que encontre por el Reino tierra, fue un arbusto de Dragón Blanco, el mejor té sale de esta planta, y pensando en un viejo amigo que es fanatico del mismo decidi juntar bastante de este especimen.

Este viaje no termina en la Nación del Fuego, pero si pasa por allí. En estas calurosas tierras, encontre aparte de un par de frutas tradicionales, una flor que me llamo la atención, el Lirio de Fuego. Junte un par para mi herbario que ya casi ocupaba 3/4 del peso de mi mochila.

Aunque ustedes no lo vayan a creer, todavía no habia empezado la parte mas interesante de mi viaje. Ya cansado de viajar, habiendo aprendido bastante sobre la flora de todo el mundo, solo me faltaba un lugar. Y este, seria el que me abriria las puertas a un nuevo mundo.

¿El mundo de los espiritus? No, vagamente escuche hablar de él alguna vez. Fui al Pantano Brumoso, ese lugar si que es increible, para empezar, no hay muchos arboles, sino que es un solo arbol gigante el que marca todo el alcanze del pantano. De esto me di cuenta enseguida, cualquier persona con un poco de conocimiento en botanica podria adivinarlo.
Pero no fue esto lo que me llamo la atención, habiendo estado varíos días acampando, peleando contra gatodrilo, cansado de las sanguijuela de codo y hasta viendo con cariño un par de moscas gigantes me paso algo que no me hubiese imaginado.
Un monstruo de alga apareció frente a mi, media como 5 o 6 metros de altura quiza. Intento atacarme, pero como buen maestro agua pude defenderme. La pelea duro incontables minutos, sus algas me agarraban y me apretaban hasta cortarme la circulación pero siempre un maestro agua tiene un as bajo la manga, mas si se encuentra en un pantano.
Luego de una pelea de lo mas dinamica, de mi mochila cae mi herbario y es aqui donde mi viaje da un giro de 180°.
De repente el monstruo de algas desapareces y en su lugar queda, Huu. Un maestro agua del pantano y el primer maestro planta que yo conoceria.
Obviando las presentaciones, Huu quedo maravillado por mi colección de plantas de todo el mundo, y pudo apreciar que yo era un fanatico de la fauna tanto como él.

Él podria ser practicamente mi padre, y quiza en algun punto, lo fue. Enseguida nos llevamos bien, el me enseño sobre las plantas que habia recolectado, como usarlas y cuando usarlas. Pero lo mas importante que el me enseño, es que todos estamos unidos y todos somos agua.
El solo controlaba las algas, pero yo pronto descubri, que se podia utilizar planta control, en frutas, en arboles e inclusive en cactus.
Huu me vio crecer en nuestra pasión, plantas y agua, me vio aprender, me vio interiorizarme y me vio entusiasmado.
Luego de haber meditado bajo el gran arbol como parte final de mi entrenamiento, Huu me dio una orden. La única orden que jamas me dio.
Me dijo: "Ahora vete, todos somos uno, debes seguir aprendiendo".

Sin llorar por orgullo, pero con pena en el alma me fui del pantano, pero todo lo que paso después es una historia que pronto les voy a contar.